Chalito expande la moda de las milanesas desde Barcelona a Madrid


Los ochenta están de moda y no sólo por la canción de Vicco que pregona una confusión ochentera, sino porque gastronómicamente han vuelto con fuerza los cachopos y las milanesas. El cachopo asturiano es un filete empanado que tutela en su interior pinrel y pernil, como antiguamente se usaban los troncos huecos del árbol del mismo nombre de recipiente para asegurar herramientas de labranza. La milanesa igualmente es carne embrollo pero su diferencia es que se le puede poner por encima ingredientes de todo tipo.

Chalito es «category killers» de las milanesas en el radio metropolitana barcelonesa desde 2016, cuando el asociación Tiburón abrió el establecimiento del mismo nombre que se ha convertido en un referente en la zona. Inmediato a otros locales del mismo asociación que ha cumplido 20 abriles, como Solraig, Marae, chiringuito Tibu-ron, el Beach Club del mismo nombre, Punta Roca y Taberna, se ha convertido en uno de los más pujantes motores económicos del ribera, encima de estar muy implicados en la vida de Castelldefels. Un ejemplo de ello es que han impulsado próximo a otros 8 cocineros el arroz con DO Castelldefels, que es todo un éxito tanto para el divulgado como para los restauradores.

2024 va a ser el año de la expansión de Chalito y su fórmula de éxito de milanesas en sus restaurantes, pero igualmente para engullir en casa o resistir. La marca especializada en carne rebozada recubierta con toppings no cesa de crecer. Por otra parte del restringido de Castelldefels, cuenta en Barcdelona con cinco restaurantes: Chalito Rambla Catalunya lo abrió en 2017, Chalito Vía Augusta en 2020, en el centro comercial Maquinista en 2021 y en Collblanc (l’Hospitalet) en 2023. La compañía igualmente dispone de la linde de negocio Chalito Food Truck para festivales y sitios de moda en verano. Con cinco socios a las riendas de la empresa, unos 200 empleados y más de un millón de milanesas vendidas, el asociación Chalito se ha convertido en una de las marcas más consolidas y con más potencial de crecimiento de España.

La traspaso «take away» y el «delivery» ha contribuido a posicionar al asociación como el principal tendero de milanesas en la plataforma Glovo, que ha tenido que crear una sección de milanesas en su app para acoger tamaño éxito. La facturación al obstrucción del entrenamiento de 2023 alcanzó casi los 11 millones de euros, unos 3 millones más que el año antedicho.

A lo espacioso de lo que queda de año, la compañía anuncia una inversión de 10 millones de euros para desarrollar un avaricioso plan de expansión que prevé cuadruplicar su número de locales: abrirán diez establecimientos en Madrid desde esta primavera hasta mediados de 2025, y cinco nuevos en Barcelona, que estarán en centros comerciales y en los barrios de Poblenou y Sagrada Comunidad, encima de unas cocinas centrales de 1.000 metros cuadrados en Gavà.

En la renta española, de hecho, ya está cerrada la primera ubicación de Chalito, en el centro comercial Nassica (Getafe), que abrirá sus puertas esta misma primavera. Para los demás establecimientos en Madrid, el asociación de restauración está franco tanto a grandes superficies como a locales a pie de calle en zonas de mucho tránsito en formato restaurante o exclusivamente pensados para el take away / delivery, fórmulas que representa el 22% de su facturación.

La carta de Chalito cuenta con una veintena de recetas de milanesas al plato o al pan, con opción de designar la colchoneta entre diferentes carnes, o la vegana de berenjena; encima de pizzas, roscas, empanadas; hamburguesas y platos para picar. En estos momentos, elaboran y sirven más de 30.000 milanesas al mes.

Las variedades de milanesas caseras se complementan con toppings como: huevos fritos; crema de roquefort y champiñones; tomate, rúcula, mozarela, parmesano y pernil serrano; sobrasada, mozarela, pinrel de mahón y miel; provolone y salsa criolle, para citar solo algunas. Todas las combinaciones de milanesas se pueden agregar con guarniciones como patatas fritas caseras, patatas asadas, arroz con un toque de parmesano, nachos o ensalada. El plato es más que profuso y su precio no sobrepasa los 15 euros. Por otra parte, igualmente se ha creado un apartado de ‘milanesas al pan’, poco así como bocadillos que dan su justo protagonismo a la prescripción embrollo y son una auténtica bala entre los más jóvenes.

Los restaurantes se caracterizan por un interiorismo cómodo y con carácter, donde domina la madera y el personal es cercano y amable. A través de las pantallas de televisión se visualizan los distintos productos de la carta y es recomendable dejar hueco para los deliciosos postres, como el de coco con dulce de goma o el mil hojas de merengue y dulce de goma. En suma, Chalito es una buena alternativa de «fast good» para toda la tribu.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *