Lo que no se vio de la boda
La boda entre José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo no decepcionó y los invitados coinciden en que hubo muchísima emoción. El corregidor pasó de los nerviosismo en la puerta de la iglesia a las lágrimas en el altar al ver a la novia. La ceremonia duró poco menos de una hora y estuvo llena de momentos emotivos. Una de las sorpresas de la boda fue el ballet: los novios sustituyeron el clásico vals por el chotis como homenaje a Madrid.
Atestado curiosos se acercaron a verle a la iglesia madrileña de San Francisco de Borja. Poco a poco comenzó un desfile de invitados donde se mezclaba la plana decano del Partido Popular con miembros de la aristocracia y el mundo empresarial. El rey don Juan Carlos, primo de la abuela de la novia, sus hijas y algunos algunos de sus nietos asistieron a la ceremonia. Doña Sofía acudió directamente a la celebración.
La novia no se hizo esperar. Con solo 8 minutos de retraso, y del extremidad de su padre, llegó con una sonriente Teresa Urquijo. Lucía un vestido con más de 60 abriles de historia utilizado por su hermana y su abuela. Eso sí, actualizado: con velo y una impresionante nalgas.
¿Cuál fue el menú de la boda?
Luego, el ya enlace y sus 500 invitados se dirigían a la finca franco El Canto de la Cruz, a unos 30 kilómetros de Madrid. Allí sabemos que hubo un larguísimo aperitivo servido por Lhardy. El menú consistió en salpicón de bogavante, solomillo y dos postres. Aunque lo que más se ha viralizado de la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo ha sido el chotis que bailó la pareja. La fiesta duró hasta admisiblemente entrada la indeterminación.
A estas horas es muy probable que la pareja de la convocatoria ya boda del año estén disfrutando de su escaparate de miel en las Maldivas.