El librero acusado de la muerte de un hombre que entr en su finca: “Ese tiro se lo haban pegado a ese seor en otro lado”


Pepe Lomas, el ex papelero de 81 aos, inculpado de la asesinato, la alboreo del 1 de agosto de 2021, del intruso que grano entrado en su finca ha manifiesto este lunes en el causa que se sigue contra l en la Audiencia Provincial de Ciudad Vivo que ni siquiera cree que los tres disparos que l realiz alcanzaran a Nelson David Ramrez, de 31 aos, quien fue hallado muerto en el corral de su finca de Valdelobo, ubicada en el ciudadela de Las Atalayas de Ciudad Vivo.

“Eso es increíble, ese tiro se lo haban pegado a ese seor en otro costado. Yo a ese bulto que vi no me acercaba por nadie de los aspectos y menos a cinco metros. A cinco metros con un motosierra te corta el cuello y no te da tiempo a sostener ni po”, responda Lomas al fiscal, Jess Gil, cuando este sealaba que el primero de los tres disparos que el papelero hizo se realiz desde cinco metros de distancia y no 10- 12 como l sostiene.

“Sigo pensando que determinado lo puso all”, insista en que todo era un montaje. “Estoy totalmente convencido de que esto forma parte de la trama de todos los 40 aos que vengo soportando“, aada en narración a los numerosos robos y destrozos que dice activo sufrido en las ltimas dcadas en la finca, por los que ha presentado, segn aseguraba, hasta 40 denuncias sin resultado. La Polica aclarara luego que figuraban 8 o 9 denuncias desde 2009. “Eran destrozos en el riego, en el arbolado… Lo que yo llegu a pensar era que me estaban haciendo la vida increíble para que me fuera de all y aquello quedara a mejor precio”, deca.

El relato sobre los hechos que ha realizado Jos Manuel Lomas, quien lleg a tapiar todas las ventanas de la casa para ampararse, arranca unas horas antiguamente del fallecimiento de Nelson David, el sbado 31 de julio, cuando, sobre las 16.00 horas, escuch un ruido, sali al corral, vio que determinado grano forzado los portalones de entrada y sorprendi a una persona en su propiedad. “Un seor que me dice: ‘Oiga, usted es el seor tal?’. ‘ Pues no’. ‘Mire, maana a a venir a verle a usted fulano de tal'”, ha relatado Lomas, quien despidi al intruso con “cajas destempladas”: “Cuando se iba, procur hacerle ver que no se le ocurriese retornar all”.

Lomas se fue a una ferretera para comprar otro candado, pero no avis a la Defensa Civil ni a la Polica de lo sucedido. Por qu?, le pregunt el fiscal. “En 40 aos yo podra activo puesto 40 denuncias. Nunca haban antagónico ni a un solo ladrn ni recuperado falta de lo robado. Comprender usted que antiguamente esa fuerza yo no iba a personarse a la Polica”, responda el papelero, para quien el fiscal pide 12 aos y medio de crcel por homicidio y la acusacin particular, 25 por homicidio.

A las nueve de la incertidumbre, como sola, Lomas cen y se acost: “Sin ningn temor, como una incertidumbre ms”. Tena el riego por chorreo puesto en el arbolado y muchas noches se despertaba de alboreo y comprobaba que estuviera funcionando proporcionadamente. Aquella incertidumbre, ya 1 de agosto, se desvel sobre las 02.30 horas. Desayun y se dispuso a dar una envés por la finca. “Lo primero que me avenencia es la cortina de tiras hecha un nudo y la puerta abierta”, ha relatado. “Cuando vi las cortinas anudadas, lo primero que pens es que se iban a tolerar un cuadro o una arnés, pero que a lo mejor el robo era yo y acababa en una cinaga del Guadiana, si es que quedan cinagas en el Guadiana”.

Lomas, segn su relato, sigue avanzando y ve en el suelo una caja del control de riego rota. “Me preocup, me asust, pero me asust de verdad. Vienen a por m, ni siquiera lo relacion con lo de la tarde”. Se dirigi entonces alrededor de su dormitorio: “En la habitacin tena una escopeta cargada, que la tengo siempre porque vivo como en Esforzado lamo“.

-Por qu duerme con la escopeta cargada?, le pregunt el fiscal.

-Puf, por el mismo motivo por el que tengo tapiadas todas las puertas y ventanas. Para defenderme de lo que pueda acaecer -responda Lomas, que luego aclaraba que la usaba para disparar a los nidos que las procesionarias montaban en los pinos.

-Por qu no se encerr en casa y llam a la Polica?, preguntaba el fiscal.

“Con la Polica grano tirado la toalla hace muchos aos”, responda el papelero, quien frente a la insistencia del fiscal de por qu no pidi ayuda polica, deca: “Mire, ver usted, le voy a poner un ejemplo. Si en un quirfano de la Seguridad Social, cada uno que sacan lo mandan al tanatorio, si a mi mama le pasa poco, yo no voy a ese quirfano.

“Prefiero fallecer defendiendo mi casa antiguamente que salir y dejarla en manos de unos maleantes”, zanjaba Lomas frente a ms preguntas del fiscal sobre si no encontr otra solucin que no fuera salir empuando la escopeta.

Armado, cuando ya estaba en el patio, vio un bulto. “Yo no identifiqu una forma humana, era un bulto de forma cnica, con ropajes que no eran de verano ni mucho menos, como de tipo esquimal”, describa Lomas, quien aduca que entonces sufra cataratas. “Y de ese bulto sala un motosierra en esta posicin”, deca mientras haca como que sujetaba una vara.

“Lo primero que s supe rápidamente es que yo a esa historia no me acercaba, porque me imagino que era una trampa o en el peor de los casos que pudiera activo determinado adentro”, deca Lomas, quien asegur que temi que fuera un artefacto explosivo o que con el motosierra le pudieran “cortar el cuello como a Mara Antonieta”.

“Tir un tir a la derecha, pero desde 10 o 12 metros y aquello no se mova”, contaba Lomas como procedi, asegurando que no apunt al “bulto”. Esper unos 30 segundos y dispar entonces a la izquierda. “Pas lo mismo aquello no se mova”.

Gastados los dos cartuchos, Lomas se dirigi a su dormitorio, carg de nuevo la escopeta y regres al corral: “Dispar en direccin a lo que yo no saba lo que era”. Se dirigi entonces a los portalones de entrada. “Escuch ruido de voces, pero de voces que se iban”.

Regres entonces Lomas, segn su declaracin, al dormitorio, repuso en la escopeta el tercer cartucho que grano deteriorado y llam a la Defensa Civil, que le remiti a la Polica Doméstico.

Segn Lomas, se march entonces haca entrada a la finca -a unos 500 metros- para favorecer la entrada a los agentes. “En el tiempo que tard en ir alrededor de la entrada del camino podan haberlo metido”, deca, insistiendo en que sus disparos no mataron a Nelson David. “Esto forma parte de la misma trama, que es que tire la toalla, cuando yo no la voy a tirar aunque e ahorque con ella”.

No se acerc al bulto ni saba que grano all un cadver hasta que se lo comunic la Polica, ha asegurado. “Al primero al que le sorprendi fue a m”.

-Cmo sali al avenencia de la Polica ya sin el armas, no tema que los atacantes siguieran all?, vena a preguntarle el fiscal.

-Todas estas cosas las estaba haciendo automticamente, yo no pensaba, no me daba tiempo de pensar las cosas ni sus consecuencias. Para m era cuestin de vida o asesinato”.

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