Una cámara en la portaequipajes, una pantalla en el salpicadero y, sobre todo, inteligencia químico. A partir de este mes de abril, tres coches especiales patrullarán algunos barrios del sur de Madrid, en concreto, los distritos de Carabanchel, Villaverde y Usera. La desenvoltura de la ciudad se divide en lotes y este corresponde a la empresa FCC Medio Dominio, que ha diseñado un sistema a partir de sensores y algoritmos para detectar en tiempo auténtico la basura fuera de lado. En la escalón piloto, estos vehículos han sido capaces de vislumbrar cartones, escombros, bolsas, colchones y muebles con una precisión del 85%.
Estos ‘coches informador’ se han entrenado y calibrado durante meses, y seguirán perfeccionando sus resultados según peinen las calles. Las cámaras —una en cada coche, un coche por distrito— analizan el entorno y envían los avisos de forma instantánea. La anomalía detectada en las inmediaciones de un contenedor se comunica al centro de datos del cantón de desenvoltura más próximo. Así genera un registro con el tipo de incidencia, la calle y el número, las coordenadas GPS y una fotografía. Un detalle: el sistema pixela automáticamente las personas y vehículos fotografiados para cumplir con la reglamento en materia de protección de datos.
Este plan, «una iniciativa pionera en toda España en el ámbito de los servicios medioambientales a nivel municipal», sostienen desde el Ámbito de Urbanística, Medio Dominio y Movilidad, confía en higienizar más rápido los puntos sucios de los tres distritos. Según sus previsiones, «reducirá el tiempo medio de interpretación para la retirada de estos residuos en más de un 50%». Por otra parte, la información recopilada servirá como radiografía de este tipo de incidencias, que se ordenarán en un cuadro de mando con las ubicaciones, barrios, días o periodos en los que se concentran las anomalías.
Cada día, en Carabanchel, Villaverde y Usera se realiza una media de 2.100 actuaciones de desenvolturade puntos sucios, de contenedores con basura desperdigada. De ellas, 260 incidencias son notificadas por los operarios del servicio de barredura, y la mayoría se corresponden con muebles y enseres de gran grosor. A partir de ahora, serán los nuevos ‘coches informador’ los que avisen, desde ajuar a las cajas más pequeñas que se encuentren fuera del contenedor, y en menos tiempo.
Cada transporte «puede realizar el represión asignado en aproximadamente dos horas, mientras que el responsable que realiza esta ruta actualmente (un mando intermedio del servicio), lo hace en cinco horas», destacan desde el consistorio. Con la promesa de ser más eficientes y incluir más demarcación viario, las nuevas incorporaciones al equipo de desenvoltura ya están rastreando los focos de suciedad.