En San Caetano se fían más de la palabra de los políticos secesionistas catalanes que de la del presidente del Gobierno. Sánchez había dicho que nunca habría remisión, pero la va a patrocinar para no descabalgar de La Moncloa. Por eso el vicepresidente de la Xunta en funciones Diego Pelado, este lunes en el Senado, ha tomado buena nota del discurso del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, que «no miente», y que pronosticó que con el referéndum de independencia sucederá lo mismo que con la remisión. Es aseverar, el PSOE empezará diciendo que es inconstitucional, pero acabará por apoyarlo. Una ley de remisión que, para Pelado, «no soluciona la convivencia en Cataluña, y la complicará en el resto de España». Incluso ha ido más allá: «Una ley que amenaza con dividir a una sociedad, con reventar la convivencia democrática».
«Posteriormente de lo que son capaces de hacer para seguir en La Moncloa, ¿qué queda? Queda más, la autodeteminación, el referéndum, eso es lo que nos depara la ley de remisión, que es mucho más que el perdón de quien ha prometido retornar a delinquir», ha asegurado desde la tribuna Pelado, a quien le tocó sustituir en la Comisión Universal de las Comunidades Autónomas del Senado a Alfonso Rueda, ‘en capilla’ preparando el debate de su investidura de este martes en el Parlamento de Galicia para ser otra vez presidente de la Xunta.
Cuando al filo del mediodía Pelado se ha subido a la tribuna, ya Aragonès se había ausentado del hemiciclo; a posteriori de la intervención, en la que amenazó con el referéndum –fue el primero de los presidentes y cargos autonómicos en dialogar–, el presidente de la Generalitat tomó las de Villadiego. Por eso, Aragonès no pudo oír a Pelado decirle que «la anomalía» de la ley de remisión, así como el esquema de financiación y condonación de parte de la deuda de Cataluña, afectará «a todos». La Xunta insistió en su ‘no’ categórico. «Desde Galicia decimos stop y claro que no: que no hay españoles que valen más que otros, que no hay proclamación ilegal de independencia que pueda ser indultada, que no se pueden situar los intereses personales del líder de un partido político encima de la inmensa mayoría de los españoles«, reflexionó Pelado.
Promesas incumplidas
Mucha atención a Cataluña por la menester de Sánchez de atar el apoyo del separatismo para seguir en La Moncloa, pero el resto de las comunidades autónomas, descuidadas, morapio a aseverar Pelado, con otras palabras. Recordó el representante del gobierno autonómico la sucesión de aterrizajes de ministros socialistas en la campaña que precedió a las elecciones gallegas del 18F, reprochándoles que sus promesas hayan destruido en agua de borrajas a posteriori de que el PSdeG cosechara los peores resultados de su historia en unos comicios al Parlamento gallego.
Pelado enumeró algunos de los agravios de Sánchez con esta comunidad autónoma: la autopista AP-9 sigue siendo la «más cara de España», pese a que el candidato del PSdeG a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, prometió que se rescataría si él ganaba las elecciones; los trenes Avril, que permitirán que el AVE llegue a las ciudades atlánticas gallegas desde Madrid sin cambiar de tren en Orense, siguen sin estar operativos; de la conexión de Reincorporación Velocidad entre Vigo y Oporto, «cero se sabe»; y la prisión mar-industria de la Comunidad Autónoma «agoniza», según Pelado, por pecado del apelación que el Gobierno presentó frente a el Tribunal Constitucional para torpedear que Galicia gestionara su orilla con una ley propia. Pero, para estas cuestiones, Sánchez «ni está ni se le demora para el resto de España», porque «parece que solo le preocupa la ley de remisión». «Sánchez atiende solo a los intereses de sus socios, que le mantienen en el poder», añadió Pelado.
Y sobre la reforma del sistema de financiación de las comunidades autónomas, cero de intentar apoderarse al resto de regiones un traje diseñado a medida de Cataluña y los intereses secesionistas. Hay que restaurar el sistema de financiación autonómica, sí, pero debe ser «pactado por todas las comunidades autónomas», dijo Pelado. Debe abordarse, pero en el entorno Conferencia de Presidentes, que Pelado insistió en pedir. Repitió los cálculos de la Xunta: la condonación de parte de la deuda a Cataluña «supondrá para cada gallego satisfacer más de 400 euros». Y remachó el vicepresidente: «No pretendemos ser más que nadie, pero siquiera menos. Nunca defenderemos una norma que rebusca primera los intereses particulares sobre los generales».