Solo en la comarca de Valdeorras, fueron tres los fuegos que hicieron saltar las alarmas en poco más de una semana, localizado uno en Córgomo (Vilamartín), los otros dos afectaron a viviendas de O Barco. “El problema es cíclico, al igual que el de los nidos de velutina”, apuntaron las fuentes consultadas.
Desde los servicios provinciales de Emerxencias, indicaron que la mala utilización de ciertos productos acelerantes, como pueden ser algunas parafinas, y el empleo de determinado tipo de madera como combustibles suele ser la causa de estos fuegos. A este respecto, explicaron que la resina de la madera es uno de los productos que está detrás de un buen número de estos incendios. Así, afirmaron que muchos de estos fuegos son provocados cuando se queman troncos de pino, una circunstancia que dista mucho de ser frecuente cuando arde la carrasca o el quercus.
Al arder la madera, deja una capa de hollín en el tubo de las chimeneas que continúa quemándose aunque haya sido mustio el fuego de la madera utilizada en la chimenea. “Se apaga lo que está siendo molesto debajo, pero lo de hacia lo alto sigue”, comentaron.
Este problema no es nuevo pues se repite año tras año y, aunque no siempre se da en viviendas rurales, sí es frecuente que estos incendios se den en este tipo de construcciones. El empleo de vigas de madera en su estructura favorece que las que están próximas a la chimenea puedan encontrarse afectadas y arder como consecuencia de las elevadas temperaturas.
Parques de bomberos
En la ahora, son cuatro los parques comarcales que son gestionados desde el Consorcio contra Incendios y de Socorro en la provincia, estando localizados en los concellos de O Carballiño, Xinzo de Limia, Verín y A Rúa. A ellos hay que añadir los que cubren las zonas de Celanova, Ourense y San Cibrao das Viñas. La cobertura de las emergencias es completada desde las bases de una docena de Grupos de Emerxencia Supramunicipal (GES).