La Cámara de Comercio de Barcelona, una de las instituciones secreto del ecosistema crematístico catalán, da un paso con destino a la normalidad con el regreso a la misma de Criteria Caixa -el bienhechor inversor de La Caixa- y del Actual Automóvil Club de Cataluña (RACC). Ambas, yuxtapuesto con otras grandes firmas, habían decidido desistir la Cámara en protesta por la deriva independentista de su preliminar presidencia, una plataforma señal Eines de País impulsada por la Assemblea Franquista Catalana (ANC).
Con la vencimiento de una plataforma transversal, el patrón Josep Santacreu se hacía el pasado mes de septiembre con la presidencia de la institución, cerrando la etapa en la que, primero Joan Canadell (ahora diputado de Junts), y luego Mònica Roca, condujeron la institución cameral con destino a posiciones netamente políticas.
En presencia de lo que ya era una situación de tensión interna clara, la preliminar presidencia decidió acortar de 14 a dos los puestos reservados en el pleno a las grandes empresas -las llamadas ‘sillas de ‘plata‘-, así como aumentar hasta los 150.000 euros la cuantía a abonar para reservarse un puesto. La respuesta de las empresas fue clara, y nombres tan representativos como Damm, Agbar, Naturgy, el Asociación de Hoteles y los citados Criteria o Racc, entre otros, decidieron no renovar. Ahora, el paso transmitido por Criteria y el RACC, de alguna forma, confirma la normalización en la histórica institución.
Según ha confirmado la Cámara, en una información adelantada por ‘El País’, el 22 de abril se declaró despejado el proceso electoral para cubrir las dos vocalías, de acuerdo con la ley y el Reglamento de Régimen Interior de la Cámara. El plazo de presentación de candidaturas finalizaba el 14 de mayo. Las dos empresas de viejo participación voluntaria ocuparán su vocalía por primera vez en el Pleno ordinario que tendrá oportunidad mañana miércoles 29 de mayo.