“Estuvieron de acuerdo (…), utilizando todos los medios que fueran necesarios, incluida la violencia”, se lee en el escrito del fiscal de este caso, Justo Gallardo, quien pedirá en la Audiencia Provincial entre 15 y 9 años para los procesados. dependiendo de su grado de implicaciónquien será juzgado por un tribunal popular a partir del próximo lunes.
José María Sánchez Galán, al que todos conocían como Chema, Vivía solo en una casa baja de la calle Matadero ya que su madre falleció al inicio de la pandemia de Covid-19, dijeron los vecinos. Sufría insuficiencia respiratoria debido a su trabajo en una cantera y tenía un alto grado de discapacidad, por lo que necesitaba oxígeno artificial y ayuda de terceros para su vida diaria.
Recibió una pensión y se dedicó al comercio minorista. «Era consumidor habitual de cocaína y heroína, drogas que también vendía a terceros en su propio domicilio.», sostiene el fiscal. Y lo sabían el rumano Martín y los españoles ‘el Mosca’ y Payo, que eran amigos desde hacía tiempo. Tal era la relación entre los tres que ‘el Mosca’, un viejo delincuente de la zona, dio cobijo a sus dos compañeros en una parcela de su propiedad en la localidad ciudadrealeña de Retuerta del Bullaque, a 25 kilómetros de la casa de Chema.
Para los tres acusados, el interior de la casa no era un misterio. ‘El Mosca’ había comprado cocaína al fallecido en varias ocasiones personalmente o a través de Martín, por lo que los tres acusados estaban seguros de que Chema podía tener marihuana y otros estupefacientes. Por eso idearon un plan para robarle, cueste lo que cueste.
Alrededor de las diez de la noche del 4 de octubre de 2020 llegaron a San Pablo en un auto Volkswagen Passat. Venían de Sonseca, donde habían pasado parte del día, y Aparcaron a pocos metros de la puerta de la casa. Según el fiscal, ‘el Mosca’ se quedó dentro del vehículo vigilando desde la parte alta de la calle, mientras Payo bajaba para cuidar al otro y Martín entraba a la casa.
Apoyándose en la investigación de la Guardia Civil, Gallardo relata que Chema ya le conocía de otras ocasiones en las que había ido a comprar droga, por lo que le sería más fácil acceder. Sin embargo, una vez dentro, El traficante se negó a entregarle la mercancía y decirle dónde la guardaba., lo que provocó que Martín reaccionara de forma macabra: le dio varios golpes en la cabeza y Chema cayó al suelo. Martín aprovechó para ponerse encima de él y le apretó fuerte el cuello con las manos hasta estrangularlo. La víctima tenía 59 años.
Muerto Chema, Martín salió de casa -se desconoce si con algún objeto robado- y en la calle gritó “¡Vamos vamos!”. Los tres imputados salieron a toda velocidad en el coche a las 22.28 horas, según informó el fiscal, en dirección a Retuerta del Bullaque por la carretera CM-4017. Por el camino, Martín les contó lo sucedido y al día siguiente se enteraron de que Chema había muerto porque la noticia de su muerte corrió como la pólvora.
Dejaron de usar el auto usado en el homicidio, quisieron deshacerse de él y ‘El Mosca’ entregó el vehículo en un taller mecánico de Gálvez a cambio de 200 euros. Era miércoles 14 de octubre. Cinco semanas después, la mañana del 24 de noviembre, fueron detenidos por la Guardia Civil. Desde entonces permanecen en prisión a la espera de juicio, que comenzará el lunes.