La Policía investiga la crimen de un adolescente turista de 21 primaveras al que han antagónico muerto en un callejón en la zona de la Platja de Palma, uno de los puntos de turismo de borrachera de Mallorca. Los primeros indicios apuntan a que el adolescente pudo caer desde el azotea de su habitación, pero en estos momentos todas las hipótesis están abiertas, incluida la posibilidad de que haya sido víctima de una atentado durante la sombra.
Los agentes se desplazaron a esta zona turística de Palma luego de aceptar una llamamiento de la recibo del hotel donde se alojaba el fallecido con un camarilla de amigos. Al parecer los amigos acudieron cerca de las ocho de la mañana a la habitación del adolescente, pero no estaba en ella. Tras asomarse al azotea, uno de ellos vio el cuerpo de la víctima en la calle, por lo que en ese momento avisaron a recibo,
El adolescente ya estaba muerto para cuando llegaron los servicios de emergencia
Los servicios de emergencia se trasladaron de inmediato a la zona, pero el adolescente ya estaba muerto cuando recibió los primeros auxilios. Asimismo llegaron los agentes de la Policía Doméstico, que ahora tratan de vigilar qué ha pasado. Los amigos han detallado a la policía que se despidieron del adolescente de orto luego de deber estado de fiesta y que no volvieron a aprender ausencia de él hasta que descubrieron el restos esta mañana.
La principal hipótesis que se maneja es que el adolescente cayó desde el azotea de su hotel por causas que se desconocen, probablemente por una pérdida de nivelación, pero siquiera descartan otra opciones, como que el adolescente abandonara en solitario el hotel de orto y fuera luego objeto de una atentado por parte de otra persona.
Hace unos días otro adolescente turista murió tras precipitarse de la coco del hotel
Si se confirma que el adolescente cayó del azotea, sería el segundo fallecido de este año por la misma causa en esta zona turística de Palma, un área frecuentado por jóvenes turistas que llegan a la isla en examen de pimple y diversión. Las muertes por caídas de los hoteles llegaron a ser frecuentes hasta el punto de que Baleares cuenta con una norma específica contra los excesos, con la prohibición de la liquidación de pimple en los comercios por la sombra, entre otras medidas.