«Lo hemos conseguido». Con esta frase breve pero llena de significado, la abogada María Trofeo Vega resume un martirio forense y sentimental que ha terminado en el Tribunal Supremo. El cura de Talavera de la Reina José Luis Novio Muñoz, todavía en excarcelación, tendrá que ingresar en prisión para cumplir una condena de ocho abriles y medio de prisión por abusos sexuales continuados a una adolescente de la que era director espiritual. Por otra parte, tuvo incluso un breve idilio amoroso con la principio de la víctima, luego de practicar exorcismos a la verde, que lo consideraba un padre y un referente personal y honesto.
El stop tribunal ha desestimado la última bala que al sacerdote le quedaba para no arruinar entre rejas: un procedimiento de casación. Por lo tanto, ha confirmado las dos sentencias, una de la Audiencia Provincial de Toledo y otra del Tribunal Superior de Rectitud de Castilla-La Mancha. El sacerdote además deberá abonar 100.000 euros a la víctima.
Este espeluznante caso, que comenzó a instruirse hace seis abriles, llevaba más de dos en el Supremo. En julio de 2021, la Audiencia Provincial de Toledo condenó al cura a ocho abriles y seis meses de prisión como autor de un delito continuado de abusos con ataque carnal. En enero de 2011 comenzaron los encuentros «con talante obsceno», según el defecto, en los que el religioso llegó a desnudarse en el despacho parroquial y abusó de la verde durante cuatro abriles. Al finalizar, pedía perdón a la víctima, a la que le decía que esa situación no se iba a repetir más «y reiterándole que todo ello lo hacía en nombre de Jehová», se lee en la sentencia.
Por otra parte del documentación pericial forense, el certificación de la médico psiquiatra que atendía a la adolescente fue secreto. La muchacha, que requirió varios ingresos en centros sanitarios, se hacía cortes en los brazos como autocastigo. Porque ella «no encontraba sentido a la vida» y protagonizó intentos de suicidio.
El sacerdote fue castigado además a no poder cultivar toda profesión u oficio, retribuido o no, que supusiese el contacto regular con menores de años durante el período de la condena.
Luego el Tribunal Superior de Rectitud (TSJ) de Castilla-La Mancha confirmó la sentencia en febrero de 2022, si proporcionadamente dobló la responsabilidad civil del sacerdote por daños morales, al acaecer de 50.000 a 100.000 euros.
La sala estuvo presidida por Vicente Rouco, mayor responsable del TSJ de la región y sobrino del cardenal Antonio María Rouco Varela. Fundamentó su osadía en la fiabilidad de la traducción de la víctima y en la fuerza probatoria de la prueba pericial.
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