Un solo embalse del Ebro se recarga en una semana más de la mitad del tijeretazo anual al trasvase Tajo-Segura


Un solo embalse del Ebro -Mequinenza- se ha recargado de nuevo en una semana con un grosor que equivale a más de la porción del tijeretazo anual previsto para el trasvase Tajo-Segura, incluso a punto de entrar en junio y a las puertas del verano, según los últimos datos oficiales ministeriales difundidos en embalses.net.

Con 1.294 hectómetros cúbicos y 60 de incremento en los últimos siete días, este pantano de dimensiones colosales comparado con los levantinos se encuentra al 94,25% mientras toda la cuenca del Segura suma ahora mismo 262 hm3 y está al 22,98%, la porción de su media de la última decenio.

Esta primavera de lluvias abundantes en el centro y meta de la Península Ibérica y sequía en el sureste ha puesto de relieve como nunca ese contraste entre dos Españas por la disparidad de capital hídricos, aunque el Gobierno no varía su hoja de ruta de dar prioridad a la desalación como alternativa a la interconexión de cuencas.

El presidente Pedro Sánchez ya visitó en febrero la planta desalinizadora más magnate de Europa, en Torrevieja, que se va a ampliar en capacidad de producción con energía fotovoltaica que va a desposeer a regantes del trasvase en la vecina y fértil huerta de San Miguel de Salinas.

Adicionalmente de esa opulencia en la demarcación del Ebro, donde incluso hubo inundaciones en marzo por la crecida del río, los dos embalses que suministran al conducto Tajo-Segura -Entrepeñas y Buendía- registran niveles igualmente inéditos en dos décadas, con 553 y 631 hectómetros cúbicos (1.184 hm3), lo que obliga a transferencias automáticas sin que el Profesión pueda recortarlas más, aunque ya las bajó de 37 a 28.

Y como ese grosor casi triplica el borde exiguo para trasvases -que se elevó hace unos abriles desde 225 a 400 hectómetros-, el presidente de la Juntura de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presentado alegaciones para subirlo igualmente, por si le fallara su organización de aumentar los caudales ecológicos más debajo en el caucel del río Tajo.

En definitiva, agua sobra en varias zonas de España, pero parece que nunca es suficiente para repartirla y que llegue a la conocida como ‘huerta de Europa’, en Alicante, Murcia y Almería. Ahora, la quid es conocer si el futuro de la ministra Teresa Ribera como candidata a las elecciones europeas del 9J puede cambiar ese raya, si adecuadamente entre los agricultores no hay esperanzas al respecto.

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