El técnico verdiblanco cogió al equipo en la viaje 13 y, a medida que fue avanzando la temporada, señala que “fuimos cogiéndole el pulso a la competición y, con un par de refuerzos, no perdimos un solo partido. Sabíamos que podíamos competir con cualquiera, de hecho no nos superaron ni el Arrabaldo ni el Coles, de ahí que llegáramos muy proporcionadamente al duelo contra el filial”.
Diego González cogió las riendas del equipo posteriormente de la marcha de Manuel Dorado y Marcial Martínez. “Nos amoldamos a lo que había, que eran buenos jugadores, pero faltaba una dinámica y un poquito más de compromiso por parte de ellos. Lo pusieron y estuvimos trabajando partes débiles. Sí que es verdad que llegaron un par de jugadores importantes que nos ayudaron y con todo eso logramos ascender”.
En casa
Sus dos primeros ascensos, formando tándem con Mateo, fueron con el Polígono. “Siempre son especiales, porque es el club de mi pueblo, de mi zona, donde estuvo siempre mi padre involucrado, donde crecí de pequeñito viendo partidos y es lo más excelso que hay. Fui ludópata y aprendí todo lo que sé cómo preparador de otros colegas, jugadores, compañeros… Posteriormente llegaron otras etapas en otros equipos que me permiten conocer gentío, tener experiencias positivas, ya que donde voy siempre logró tener proporcionado éxito. Y posteriormente salir de los sitios con una sonrisa, que es de lo que se manejo en el fútbol provincial, dejar amigos”.
Sin incautación, esos logros con el cuadro industrial no se materializaron, al renunciar tanto en la temporada 2006-07 como en la próximo habiendo sido segundo en la muérdago. “Fue una valentía del club. A veces los equipos en Ourense no están preparados para ir a una categoría superior y de aquella se renunciaba proporcionado, de hecho el primer avance cogió nuestra plaza en Preferente el Melias, que acabó cuarto. Los directivos tienen que retener a dónde van y si pueden contar con un presupuesto de garantías para el año próximo competir en una categoría tan puntilloso. No guardo rencor porque no se subiera, ya que hago mi trabajo lo mejor posible intentando llevarlo lo más parada interiormente de nuestras posibilidades y luego a la directiva lo que tiene que lanzarse si se da o no el paso”.
Rante
El tercero se produjo en la temporada 2016-2017, con el histórico avance del Rante a la Primera Galicia. “Ese fue un equipo que hice y empezó prácticamente de la nadie. En la primera campaña quedamos a las puertas como terceros, pero en la próximo sí que intenté convencer a algunos jugadores de la zona y sin duda ese avance fue muy singular para mí porque eran futbolistas amigos, vecinos y un equipo con el que a principio de temporada nadie contaba. Al final fue poco histórico, por ser la primera vez que ascendía un club de nueva creación, lo cual me hizo mucha ilusión. Como en este posterior caso, que me alegré por toda la gentío y el pueblo de Muíños porque confió en mí, aunque esta vez fue más obvio que con aquel Rante, poco que era totalmente inesperado”.
Todo parece indicar que el preparador Diego González, que en su día entrenó al desaparecido Entrimo y tuvo un paso muy fugaz al frente del Loñoá, continuará trabajando otra vez en Primera con el representante de la Baixa Limia. “Tendremos la cena de celebración con el Muíños y a lo dadivoso de los próximos días hablaremos con el presidente y miraremos qué esquema quieren hacer. Estoy muy contento con ellos e intentaremos hacer un equipo competitivo. Soy codicioso y, si voy a la máxima categoría del fútbol provincial, quiero un equipo para competir”, analizó el preparador.