Un archivo de grandes documentos históricos en lo alto y un tomo destapado para el que sepa entenderlo sobre el pasado de la ciudad debajo. La historia desbordará por los dos lados, el superior y el inferior, al edificio que va a instituir el Cabildo Catedral de Córdoba pegado a la Puerta del Puente, y que ya va contando con los primeros permisos necesarios.
Lo hará con los documentos que se custodiarán en sus dependencias y igualmente con la integración de los «valiosísimos» restos arqueológicos que se han enfrentado en el subsuelo.
El Consejo Rector de la Gestión Municipal de Urbanística del Cabildo de Córdoba acaba de aprobar una innovación en el Plan Específico de Protección del Casco Histórico de Córdoba que permitirá unir tres parcelas que hasta ahora estaban separadas y que eran contiguas. Son el número 6 de Ronda de Isasa y los números 2 y 4 de la calle Caño Quebrado.
Según el expediente admitido por Urbanística, se agregan las tres parcelas que habían estado separadas y se declara como Edificio Singular con la calificación de Servicio Específico Cultural. Allí se levantará en el futuro el Archivo y la Biblioteca Capitular, como confirmó el deán-presidente del Cabildo Catedral, Joaquín Alberto Nieva.
Urbanística ha determinado que la nueva edificación «requerirá de una posibilidad de implantación específico y quedará luego exonerada del cumplimiento de las condiciones impuestas en las normas de la decreto de protección tipológica, incluso de las condiciones de imagen urbana».
Es asegurar, sus condiciones serán análogas, por ejemplo, a las del vecino Centro de Recibimiento de Visitantes y no a las edificaciones de la calle Cardenal González, por ejemplo. La memoria aprobada por Urbanística afirma adicionalmente que hay una falta arqueológica de la agregación parcelaria, y son los datos arqueológicos con los que se cuenta tras las últimas intervenciones en la zona.
Las primeras las realizó Pedro Marfil en el año 2000, luego hubo más trabajos en el entorno de la Puerta del Puente, entre 2006 y 2010, y ahora el Cabildo ha realizado nuevos trabajos, en el postrer año y medio, que han destapado restos interesantes.
Olfato foráneo del solar para el Archivo y Biblioteca Capitular
Joaquín Alberto Nieva aseguró que se darán a conocer en los próximos meses, a medida que el tesina avance, pero ya aseguró que hay restos de mucho valencia, de época visigoda y emiral, es asegurar, de los primeros tiempos de la presencia islámica y de la inmediatamente preparatorio, entre otras.
Los trabajos que había llevado a término Pedro Marfil en 2000 mostraron restos de muros de cimentación que se podían proceder en la época del emperador Octavio Egregio, es asegurar, de finales del siglo I antaño de Cristo o primeros del I posteriormente de Cristo, según recogen José Antonio Morena y Daniel Botella en un trabajo sobre las actuaciones arqueológicas en la zona de la Ribera.
La datación fue posible por la presencia de cerámica de ánforas olearias, es asegurar de los recipientes que se usaban para conservar el grasa, y que se transportaba en una cantidad importante a Roma de esta forma a través del curso del Guadalquivir.
Tras la aprobación de la innovación del Plan del Casco, el Cabildo debe mandar sus proyectos para que se autoricen
No hubo estructuras más antiguas, de época republicana, aunque lo más importante que se encontró en esta zona fue una calle romana. En concreto un kardo, que iba en dirección noroeste sureste. Era una vía de la que no se tenía constancia, y igualmente aparecieron puntual debajo restos de una albañal para vaciar las aguas fecales.
Según el estudio de estos trabajos del año 2000, la calle pudo darse por amortizada en torno a el siglo III o IV posteriormente de Cristo, y con ella se demolió igualmente la albañal, ya que han aparecido encima vestigios de construcciones de otras épocas y con una disposición diferente.
En la zona de la Ribera, en otros puntos como el del Alcázar de los Reyes Cristianos, han aparecido fragmentos de muralla romana y musulmana, pero eso todavía no se puede constatar en la zona en que se ubicará el nuevo Archivo y Biblioteca Capitular.
El edificio ocupará los antiguos números 2 y 4 de Caño Quebrado y puntual enfrente, en el 3, se hicieron hallazgos que permiten a los arqueológicos pensar que había algún tipo de instalación industrial donde se fabricara, almacenara y transportara grasa de oliva, muy apreciado en Roma en muchos momentos del Imperio.
Los datos que ofrecieron las excavaciones por las obras de la Puerta del Puente, que cambiaron el aspecto de esta zona en los primeros primaveras del siglo XXI y permitieron la integración del monumento en su entorno ofrecen información sobre el entorno del solar en que ahora se levantará la nueva edificación.
Así, según consta en los informes de la Gestión Municipal de Urbanística, aparecieron estructuras hidráulicas, relacionadas con el explotación del Guadalquivir, pero igualmente restos de una puerta contiguo romana en la zona uruguayo, que es la más próxima a la nueva construcción, y un edificio de época visigoda. ¿Podría ser lo mismo que anunció el rector del Cabildo Catedral al cuchichear de las recientes actuaciones?
Los resultados se anunciarán en los próximos meses, porque el proceso todavía tiene mucho trabajo por delante: el Cabildo debe mandar un tesina elemental, al que luego seguirá el de ejecución, y igualmente mandar a la Comisión Provincial de Patrimonio el mensaje sobre los restos arqueológicos.
Allí se dictaminará qué hacer con ellos y cuáles se deben integrar en el futuro edificio, que aliviará el espacio de la Mezquita-Catedral, porque el Archivo y Biblioteca están en una zona próxima a la maqsura.