La final frente a la Fiorentina, disputada en el Estadio OPAP Arena de Atenas (Grecia), se decidió en la prórroga con un gol del marroquí Ayoub El Kaabi en el minuto 116. Desde que el técnico gachupin se hizo con las riendas del club del Pireo, Olympiacos ha dibujado una trayectoria increíble hasta el título de la Conference League: remontó de forma épica al Ferencvaros en octavos, ganó en la tanda de penaltis frente a el Fenerbache en cuartos y arrolló al Aston Villa en semifinales.
José Luis Mendilibar reconoció que “ha costado mucho que llegaran estos éxitos” y que lo rematado en los dos últimos abriles es “bienvenido”.
“¿De quién me acuerdo? Primero de la comunidad, que es la que peor lo pasa, la que más sufre y que no puede hacer absolutamente nadie. Luego de toda esta inclinación que nos sigue a todos lados y que nos da una fuerza tremenda. Luego al club, que esto le va a venir muy aceptablemente en su centenario y, por zaguero, todos los que hemos estados peleando en el día a día los últimos cuatro meses”, apuntó el de Zaldívar.
El preparador vasco explicó que el gol de El Kaabi fue un momento “tremendo” porque todo hacía presagiar que la final se iba a osar en los penaltis.
“Tremendo, parecía que íbamos a los penaltis. Y en una lance aislada lo hemos rematado”, reconocía Mendilibar.
Fiesta histórica en Atenas tras el primer título europeo de Olympiacos
La celebración en Atenas, hacienda de Grecia, fue simplemente histórica, con miles de aficionados de Olympiacos volviéndose locos con el pitido final y encendiendo decenas de bengalas que iluminaron la sombra en El Pireo y la ciudad ateniense.