Medida insólita. Platja d’Aro, en plena Costa Brava, es uno de los atractivos playeros más populares de Cataluña y el municipio ha rematado siendo destino de muchas despedidas de soltero. El amplio pericón de actividades de ocio, con muchas actividades acuáticas y discotecas y muchas posibilidades de alojamiento, lo han convertido en un punto muy electo por muchos para las pre-bodas.
Y, como ocurre en otros puntos que asimismo acogen este tipo de fiestas, las molestias y excesos de estos grupos de jóvenes acaban provocando molestias y excesos que no gustan a los vecinos. Por eso algunos ayuntamientos, como el de Logroño, Explosivo, Salamanca o Málaga, han impulsado medidas municipales, como actualizaciones de normativas, para tratar de controlar mejor estas despedidas.
Ahora Platja d’Aro asimismo ha decidido llevar a cabo al respecto y lo ha hecho con una iniciativa, como intrascendente, curiosa para zanjar con los «problemas de convivencia». Y es que el gobierno municipal de momento no quiere rechazar estas actividades pero sí ha decidido prohibir las muñecas hinchables y los principios sexuales visibles en estas fiestas.
Las sanciones se encarecen
El Junta aprobó este lunes, durante el posterior pleno municipal, una nueva ordenamiento de civismo y convivencia que incluye sanciones para estos colectivos. El texto fija como prohibidas las conductas que «traspasan» los límites de convivencia, como ir por la calle con aparatos de música a todo cuerpo o el uso de «principios sexualizados».
Con el mismo objetivo pasa a ser sancionable ir por la calle sin ropa o con ropa interior y se limita al paseo oceánico la zona en que se puede ir en bañador o bikini. Una de las medidas más vistosas es que se prohibirán los complementos que representen genitales, como las típicas diademas y complementos con forma de pene, o muñecas sexualizadas.
Igualmente, queda prohibido organizar actividades que ensucien la calle o creen aglomeraciones. Fuentes municipales explicaron, como ejemplo, que hace poco localizaron a un futuro marido liado a una farola con cinta aislante: sus amigos iban con música a todo trapo y la situación «sobrepasó» cualquier norma de convivencia.
La nueva norma fija multas de 300 euros para las infracciones más leves (el doble que hasta ahora); las graves ascenderán a 750 y las muy graves, a 1.500. La medida entrará en vigor a partir de Sant Joan.