La red de Cáritas, compuesta por las acogidas parroquiales y los programas de argumento social diocesanos, acompañó en 2023 a 54 317 personas en Valencia, un 5 por ciento más que el año aludido. El encarecimiento significativo del coste de la vida a consecuencia de los conflictos armados sigue manifestándose con toda crudeza entre las personas en situación de anciano vulnerabilidad en el demarcación de nuestra diócesis.
En la rueda de prensa celebrada esta mañana, con motivo del Corpus Christi – Día de Caridad cuyo letrero es «Allí donde nos necesitas abrimos camino a la esperanza», los responsables de Cáritas Valencia han recordado como: «La iglesia tiene la responsabilidad de plasmar las realidades de injusticia, de sensibilizar a la sociedad pata tener una ojeada abierta y amorosa al sufrimiento de las personas más frágiles y a mirarlas desde una perspectiva de derechos y oportunidades».
Los perfiles de las personas atendidas por la institución en alguna de sus 426 Cáritas parroquiales y 180 proyectos no han cambiado. Quienes con anciano frecuencia solicitan la ayuda de Cáritas en la diócesis de Valencia siguen siendo: personas migrantes, la anciano parte de ellas en situación administrativa irregular, mujeres solas y parejas jóvenes con menores de etapa a su cargo y personas con viviendas precarias.
De quienes solicitaron apoyo financiero en vivienda, el 66% se encontraba en situación de régimen de inquilinato por subarriendo. Algunos de estos casos se encuentran con la dificultad en la tramitación del registro en el mismo domicilio que obstaculiza su proceso de integración.
A este respecto, los datos de nuestras memorias, así como los de otros informes de relato, nos hablan del hecho de tener hijos como uno de los factores de aventura de omisión y de transmisión intergeneracional de la pobreza, y por ello prestamos distinto atención a los 16.659 niños, niñas y adolescentes beneficiarios de nuestra argumento y trabajamos para evitar que las situaciones de pobreza y omisión se perpetúen.
Por otra parte, seguimos viendo con preocupación cómo un 7,6 por ciento de las personas atendidas lo son desde hace más de 10 abriles. Se tráfico de familias muchas de ellas en pobreza severa, que ven cronificada su situación y que nos siguen indicando que la transmisión intergeneracional de la pobreza influye en la precariedad y la vulnerabilidad de las familias que atendemos.
Algunas cifras significativas
Entre las personas acompañadas por Cáritas Valencia destacan los 1.033 menores de etapa que participan en nuestros proyectos de Infancia y adolescencia o residieron en el Hogar Mare de Déu dels Desemparats i dels Innocents. Asimismo, un total de 43 familias son acompañadas en sus hogares; mientras que 144 personas migrantes o en situación de sin hogar residieron en viviendas de la institución y en el Centro de acogida San Esteban. Adicionalmente, 123 mujeres fueron acompañadas desde el esquema Jere-Jere y 1.983 encontraron un empleo con el apoyo de Cáritas en la diócesis (un 35 por ciento más que el año pasado).
Posibles humanos y económicos
A lo derrochador de 2023 Cáritas contó con la colaboración desinteresada de 4.983 personas voluntarias, la mayoría (67%) mujeres. Del mismo modo, recibió el apoyo de 3.355 personas que confiaron capital económicos a la entidad y un total de 270 entidades y empresas colaboradoras. En cuanto a los capital económicos, los fondos propios suponen el 66% de los ingresos que recibe Cáritas en la diócesis de Valencia, que ascendieron, a 13,8 millones de euros en 2023.
Los capital invertidos en 2023 suponen un apoyo fundamental para quienes no pueden profesar sus derechos y cubrir sus deposición básicas. El año pasado, Cáritas invirtió más de doce millones de euros (12,5 millones de euros en la atención social en la diócesis de Valencia, un 39 por ciento en programas de atención y extras y un 34 por ciento en cubrir deposición básicas como, suministros, ayudas para inquilinato, desahucios, suscripción de recibos, reparaciones en la vivienda, viandas, medicamentos o ayudas educativas.
A modo de propuestas
Entre las conclusiones más destacadas, la directora de Cáritas Valencia, Aurora Aranda, ha destacado, entre otras preocupaciones, la pobreza de que: «la Establecimiento garantice políticas públicas que dignifiquen a todas las personas y, sobre todo, a aquellas que se encuentran en situaciones vulneradas».
En ese sentido, en el ámbito del trabajo digno Aranda ha destacado la pobreza de: «planificar y coordinar políticas de empleo focalizadas en los colectivos con un acercamiento más complicado al mercado profesional y que tengan en cuenta la situación personal y habitual de la persona trabajadora». En cuanto al acercamiento a una vivienda digna y adecuada, la directora de Cáritas Valencia ha propuesto: «ampliar el número de viviendas de inquilinato de calidad a precios asequibles; aumentar el parque sabido de vivienda en inquilinato social para aquellas familias con rentas más bajas y cumplir el 3% de dotación residencial que marca la ley, ampliable al 5%, para avalar un hogar a familias en situaciones de extrema pobreza».
Asimismo, se ha referido a «la pobreza de seguir garantizando el derecho al minúsculo dinámico para todas las personas con un sistema de fianza de ingresos mínimos que esté dotado con la cobertura suficiente y cuya tramitación se agilice».