Los propietarios de viviendas de la plaza de la Corredera se blindan de los pisos turísticos


Los propietarios de pisos en la plaza de la Corredera empiezan a tomar una nueva y sorprendente medida que ha cogido por sorpresa al sector inmobiliario de la ciudad en algunas de sus recientes operaciones. Las comunidades de vecinos de los edificios de este espacio, a través de acuerdos colectivos, están pactando y ejecutando la inscripción en el Registro de la Propiedad como una carga en sus propiedades la prohibición de que sus edificios y residencias sean utilizadas como viviendas de uso turístico (VUT).

El esplendor de los apartamentos turísticos y de la utilización de pisos con este destino están colapsando los cascos históricos de las principales ciudades españolas, entre ellos, Córdoba. Los propietarios y los vecinos de la histórica plaza empiezan a blindarse delante las molestias que este tipo de viviendas pueden ocasionar en sus bloques, pero sobre todo a frenar el posible uso reflexivo de los pisos de su entorno para fines no residenciales. Entre ellos, el principal mal autóctono está siendo el destino turístico de las viviendas.

La forma de ampararse, con estatutos creados hace decenas de abriles, está siendo la inclusión de «la inscripción en el Registro de la Propiedad de una carga que limita el uso turístico», según explican diversas inmobiliarias de gran potencial en la ciudad que han comprobado con sorpresa en algunas de sus operaciones recientes.

Sin retención, el negocio siempre encuentra la forma de hacerse hueco. En este caso, hay varias agencias inmobiliarias que ofrecen en sus portales en internet la cesión de un edificio completo en la plaza de la Corredera por 4,1 millones. Se alcahuetería de uno de los portales de la plaza de la Corredera que dispone de cuatro viviendas. La operación necesitará en su momento de la agregación de las mismas, puesto que hasta ahora han estado operando de forma independiente y particular. En conjunto, el edificio inmobiliario dispone de 16 habitaciones y seis baños actualmente.

En concreto, se alcahuetería de un edificio que zapatilla unos 2.000 metros cuadrados. Su dimensión y su precio hace que sólo grandes inversores puedan estar interesados en su adquisición para obtener después rentabilidad con un negocio. El propio ganzúa de los anuncios de su cesión hablan de una ubicación y un espacio ideal para «un uso hotelero, alojamientos turísticos o comercial». La adquisición de edificios enteros es la espita para conquistar esquivar el protección que los vecinos intenta poner a sus viviendas.

En cualquier caso, vehemencia la atención que pueda realizarse una operación de este calado en una plaza que tiene la catalogación de Correctamente de Interés Cultural (BIC). La estética de su crujía está protegida. De hecho, la equilibrio de la apariencia es de obligada conservación y mantenimiento por parte del Consistorio de Córdoba.

Públicas y privadas

Sin retención, la explicación a que se permita una operación así es simple, a la luz de los datos y las explicaciones de los expertos en el mundo inmobiliario. La plaza de la Corredera tiene 43 edificios, 43 números de portales mejor dicho. De ellos, tan pronto como 71 viviendas de todo el rectángulo tienen la catalogación de Viviendas de Protección Oficial (VPO). Todas están internamente de tan pronto como cinco edificios de esos 43 portales.

El resto son todas de renta vaco, es opinar, que no tienen establecido su precio de cesión, a pesar de la ubicación protegida de la plaza en la que se encuentran. En la renta vaco es donde los propietarios de pisos de la Corredera tratan ampararse a través de las cargas inscritas en el Registro.

En concreto, la empresa pública Viviendas Municipales de Córdoba (Vimcorsa) dispone de tres edificios con 35 viviendas de VPO. Son los número 8 y 12, con 12 viviendas de protección oficial; número 19, con 10 viviendas; y el número 24, con 13 viviendas más, según detallaron este jueves a torrevieja news today desde Vimcorsa.

Encima, la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (Avra) de la Asociación incluso dispone de dos edificios con viviendas protegidas en la plaza, principalmente destinada a locación social, con 36 pisos. Se alcahuetería de 27 viviendas del número de 43 de la plaza Corredera, así como otras 9 de los números 16 y 17, que fueron entregadas en 2018 luego de diez abriles de eterna operación, reconstrucción y entrega a sus inquilinos.

A todo ello, hay que añadirle que la casa de Doña Jacinta incluso es propiedad de la Universidad de Córdoba, que cuenta con viejos proyectos para este histórico enclave. En la plaza, el Mercado Municipal de Abastos Sánchez Peña ocupa igualmente una importante superficie de 1.300 metros.

El contexto de la plaza actualmente es muy atractivo. Es una mezcla de vivienda protegida del Consistorio de Córdoba y la Asociación de Andalucía, anejo a pequeños propietarios con vivienda de renta de vaco pero de uso residencial que pretenden blindarse de los usos turísticos de los pisos de sus edificios, mientras los grandes inmobiliarias intentan advertir caudal inmuebles que poner en el mercado.

Todo esto en un espacio con más de cinco siglos de historia y con la catalogación protegida de BIC. A ello, se une el uso del espacio sabido de la enorme plaza por las terrazas de los hosteleros con centenares de veladores y al intento de los grandes inversores por hacerse con edificios que puedan convertir íntegramente en alojamientos turísticos, como demuestra la cesión de un conjunto inmobiliario por 4,1 millones de euros.

Pero, ¿cuánto puede costar actualmente un pavimento en la Corredera? Evidentemente, las VPO (descartadas adicionalmente las destinadas a locación) tienen que cumplir los requisitos temporales, de autorizaciones y de precios establecidas por la norma.

En las viviendas privadas (de renta vaco), el precio de un pavimento en la Corredera se ha disparado en los últimos abriles. Al menos dos operadores consultados por torrevieja news today explican que una vivienda de un dormitorio de unos 50 metros cuadrados «puede pasar los 120.000 euros». Igualmente, las viviendas de dos dormitorios que alcancen los 70 metros cuadrados, en algunos casos, pueden montar a costar «170.000 euros», aunque parte de precios superiores a los «140.000 euros».

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