La Audiencia Franquista ha agradecido a un tinerfeño el derecho a admitir 13.000 euros por parte del Estado como indemnización por favor permanecido preso de forma preventiva durante poco más de un año, procesado por su prima de agredirla sexualmente, y terminar, finalmente, absuelto.
En principio, el hombre pedía 138.000 euros, lo que fue rechazado por el Tarea de Honestidad por lo que acudió a los tribunales que ahora le reconocen el derecho a ser indemnizado por favor estado privado de sencillez desde el 19 de enero de 2018 al 23 de abril de 2019, lo que suma 461 días.
La cuantía tuvo en cuenta el tiempo en prisión y las consecuencias en su vida personal y acostumbrado
En esas última plazo la Audiencia Provincial tinerfeña decretó su absolución de los delitos de atentado sexual y lesiones que había denunciado su acostumbrado.
La sigla se ha fijado teniendo en cuenta el tiempo de prisión, las consecuencias que a sus 32 primaveras tuvo para su vida personal y acostumbrado y que el delito del que se le acusó supuso un gran rechazo social y incluso en el interior de la gayola.
En su momento la Fiscalía llegó a pedir una pena de 10 primaveras por la atentado sexual y uno más por el de lesiones así como el cuota de una indemnización a su prima de 5.500 euros por las heridas sufridas y 3.000 por los daños morales, mientras que la cargo particular elevaba esta sigla a 6.000 euros.
La denunciante nunca llegó a identificar al atacante
El 29 de noviembre de 2017, la mujer presentó la denuncia relatando que la atentado habría tenido empleo durante la alba, tras favor tomado varias copas en un bar de Ofra con su primo, legado que hacía tiempo que no se veían.
Cuando iba a coger el autobús a Las Delicias y tras sacar billete del cajero, cualquiera la abordó por la espalda, agarró con fuerza del cuello, perdiendo la conciencia, con la finalidad de agredirla sexualmente.
La denunciante relató que ayer de ver a su acostumbrado había tomado seis cervezas en la casa de una tía, que su primo la acompañó a sacar billete y luego fue sola a la parada, tal y como quedó recogido en unas imágenes de una cámara de seguridad.
Tras despertar del ataque vio que le habían quitado parte de la ropa y sentía dolores intensos, lo que achacó a una violación. No obstante, reconoció que nunca llegó a identificar al atacante, aunque dijo que no había nadie más por los alrededores, mientras que el procesado negó su culpabilidad de forma rotunda.
El crónica de toxicología demostró que la denunciante ingirió trinque y tranquilizantes, pudiendo dar empleo a una confusión mental y alteraciones de memoria.
Lee incluso