La okupa del chalet de lujo de Menorca se lleva en su desalojo el mobiliario que los propietarios tenían en la vivienda


La conocida como ‘la Beyoncé de la okupación’ sigue siendo mensaje por su última y sonada vivienda aunque ya fuera desalojada. María Iguazo, que es como efectivamente se flama esta polémica inquilina, estuvo viviendo en una casa de todo postín, y mostrándolo en sus redes sociales, en Menorca. Argumentaba, sin tapujos, que con su sueldo de 1.500 euros al mes solo podía dar de ingerir a sus hijos y que por eso su comunidad tenía que morar como ‘okupa’.

El hecho de que lo hiciera en un chalet, con piscina y vistas al mar y con un valía de unos 670.000 euros llamaba la atención, hasta el punto de que su caso se volvió mediático, especialmente posteriormente de que ella misma contara su historia en el software ‘TardeAR’. Esta misma semana fue desalojada de la finca de Coves Noves en la que vivía.

Según trascendió, Iguazo aceptó desatender la casa posteriormente de que los propietarios, un bodorrio, le avisara con emprender acciones de la mano de una empresa profesional de desalojos. En un primer momento se comentó que no habían podido ni coger las pertenencias porque el desalojo fue rápido y ahora se han conocido más novedades al respecto.

La comunidad renuncia a reclamarlo

Así, según ha liberal el portal Menorca.info, la ‘okupa Beyoncé’ se llevó enseres sin abrir que había en el chalet cuando hace dos semanas lo okuparon. El marido de María fue el que estuvo liderando las tareas de desalojo y se vio, entre otras pertinencias, que se llevaba un televisor. No ha trascendido qué más artículos se sustrajeron de la finca pero en las imágenes en algunas de las televisiones que lo siguieron en directo se vio como retiraban un armario.

Los propietarios reconocieron que durante el desalojo no se percataron de que la comunidad se estaba llevando los muebles de la casa y ahora han avisado de que renuncian a intentar recuperar los fundamentos robados porque, según asegura el portal, lo único que quieren «es que termine toda esta pesadilla de forma definitiva».

De hecho ellos mismos explicaron en las últimas horas en una entrevista en Telecinco de que tenían «pánico» de María y su comunidad, así como de otros okupas, porque solían ser muy agresivos. Los propietarios ya tienen cerradura nueva y aviso y esperan ahora poder entregar el chalet, que se vende por unos 670.000 euros.

Mientras, no se ha sabido mucho más de María desde el lunes, cuando fue cazada por la Cuidado Civil conduciendo su BMW de forma temeraria y sin carné. Encima, la novato dio positivo en cocaína y por todo ello acabó siendo denunciada.

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