La programación de la Noite Moucha comenzó a las seis de la tarde. Internamente de las actividades preparadas, había hinchables, bailable, globoflexia y mesas dulces, entre otras propuestas. El plato musculoso de esta cita de animación comercial estaba previsto para las diez de la perplejidad, con un sorteo de regalos en el que pudieron participar los clientes de los establecimientos participantes. Para ello, tan solo debían presentar las cartillas completadas al hacer sus compras.
No solo hubo actividades para incitar a los vecinos a abandonarse en las tiendas de su distrito. Los negocios que se animaron a implicarse en la iniciativa aplicaron una serie de descuentos. Igualmente ampliaron su horario de tolerancia más de lo habitual: en la perplejidad más larga del año para el comercio de Barbadás, sus puertas quedaron abiertas hasta las 23,00 horas.