La predilección del coetáneo liga de gobierno en la ciudad por los festejos y las orquestas no sorprende a nadie. El corregidor, Gonzalo Pérez Jácome, siquiera lo esconde. Y los datos de ejecución presupuestaria del Concello de Ourense no dejan extensión a dudas.
Los documentos que acreditan cuánto ha deteriorado la institución particular en el primero trimestre del año son clarificadores en este sentido, puesto que de enero a marzo ya se ha deteriorado el doble de todo lo que había presupuestado para todo el adiestramiento. Unos números muy reveladores.
A 31 de marzo de 2024, el Concello había deteriorado ya 765.241,61 euros en la partida “Actividades culturais e festivas”, cuando el presupuesto para todo el año es de escasamente 390.000. Así se refleja en los presupuestos, prorrogados desde 2020, que no están actualizados delante la negativa del corregidor a elaborar unos nuevos.
Camino de récord
Este pago, en solo tres meses, apunta a récord en pago en festejos. En todo 2023, el Concello había deteriorado 2,1 millones de euros, si adecuadamente la proyección invita ahora a pensar que se podría aventajar ese acceso.
En el primer trimestre del año, el decano pago se produjo en lo relativo al Entroido, que dejó unas facturas cercanas al medio millón de euros. A todo esto se han sumado fiestas en los barrios, primordialmente, así como pequeños festejos, puesto que Jácome ha renunciado a apoyar cualquier actividad cultural que no esté dirigida personalmente por él.
De hecho, un puro ejemplo se encuentra en la ejecución presupuestaria en actividades en el Concurrencia, no relacionadas con festejos, en las que solo invirtió en los primeros tres meses el año un total de 40.933,09, pese a tener una disponibilidad anual de 300.000 euros.
“Civilización” que no gusta
No se quedan ahí los números que muestran las preferencias del coetáneo equipo de gobierno particular. En el primer trimestre del año, gastó cero euros en subvenciones a actividades lúdicas y culturales (hay 60.000 euros para todo el año); cero euros además en campañas de normalización filología (hay 16.000 euros disponibles), y además cero euros en certámenes culturales (jazz, Miteu, Fito), para los que había dispuestos 245.000 euros.
Ahora mismo, se ejecutaron 919.797,90 euros, casi la medio de los 1,92 millones que dispone el radio de Civilización para todo el adiestramiento. Y ahora llegan las fiestas de la ciudad (para los cuales la partida acondicionado en los presupuestos es de 480.000 euros), y quedan los magostos, Halloween y la próxima Navidad, lo cual hacer prever que el pago de este año se disparará en el radio de Festejos alrededor de números nunca ayer vistos.
Los menos preferidos
Mientras tanto, en ese mismo periodo se gastaron cero euros en actividades de igualdad; 251,16 euros en programas de prevención de violencia de artículos; cero euros en ayudas a familias monoparentales con hijos; cero euros en ayudas a integración de inmigrantes o emigrantes retornados, o 3.800 en teleasistencia.
Todas ellas, partidas con una disponibilidad presupuestaria importante. Como el comedor sobre rodas, que generó en tres meses 27.000 euros de pago y fue eliminado por el gobierno de Jácome al considerarlo demasiado costoso para las arcas públicas.
Un amplio lista de cierres y supresiones: del Comedor sobre Rodas a la UPO
Mientras Ourense permanece varada en materia social, otras ciudades avanzan. Este jueves, el Concello de Ferrol firmó la ampliación del servicio Xantar na Casa, que ofrece menús a las personas con dependencia que viven solas. En la ciudad de As Burgas, el gobierno municipal suprimió el Comedor sobre Rodas, un servicio similar, y permanece sin firmar el convenio que permitiría reemplazarlo con el software autonómico.
Sin retención, existen más ejemplos de servicios cancelados y espacios cerrados. En el postrero año, clausuró el software Educocio, que abría los centros educativos por las tardes. El pretexto, una vez más, el elevado coste: “400.000 euros anuales”, la medio de lo deteriorado en fiestas durante el primer trimestre. Y una vez más, Jácome argumentó que lo debe hacerse cargo la Xunta.
Mientras tanto, otros servicios continúan desaparecidos, como es el caso del servicio de llamadas a personas solas. El Espazo Lusquiños sigue cerrado, como se cierran el Centro de Información á Muller o se desmantelan las UNIS. Ni siquiera se guardaspaldas ya el minuto de silencio por las víctimas de violencia de artículos.
En el ámbito cultural, la dejadez llega tan allá como para obviar el Día das Humanidades Galegas, en el que no se organizó ningún acto oficial. La Miteu y el FITO, dos importantes festivales de teatro, carecen de apoyo municipal. La UPO sigue cerrada y su alternativa fracasó, y el festival OurenSound tuvo que mudarse a O Pereiro de Aguiar.