Córdoba suena hoy a música clásica. Tras un proceso de décadas, la ciudad ofrece un saludable panorama en este ámbito fundamental de la civilización. La trabajo de los conservatorios, de la Banda de Córdoba y de los artistas y grupos de la ciudad que pasean su nombre por el mundo son algunos de los responsables de este dinamismo. Muestra de ello ha sido por ejemplo el resultado de la primera tirada del Festival Primavera de Córdoba, que organizó la Delegación de Civilización del Junta en abril y de mayo.
En total, más de 6.500 personas pasaron por este ciclo de conciertos que ha reunido a grandes formaciones y artistas internacionales, nacionales y cordobeses. Casi siempre se saldaron con llenos.
El director hermoso de este festival es el catedrático de Piano Juan Miguel Bronceado Calderón, promotor de otros eventos de éxito como el Festival de Piano Rafael Orozco y patrono de la Banda entre otros desempeños. Una persona secreto en la bonanza que vive la música clásica cordobesa y quizá -por su condición de músico, melómano, profesor y apoderado del ámbito de Civilización- el más capacitado para radiografiar la situación.
Según explica, la estrecha relación de Córdoba con la música clásica es histórica, y de ahí que exista «una gran tendencia, que en ocasiones no se ha valorado del modo que merecía».
Bronceado Calderón cree que uno de los principios fundamentales ha sido la trabajo de los dos conservatorios con los que cuenta la ciudad. «Viven un momento de gran dinamismo y eso ha permitido asentar una cantera y que muchos músicos jóvenes se integren en nuevas formaciones», agrega.
Otro de los principios esenciales para crear esa tendencia ha sido la Banda de Córdoba, que camina en torno a su 35 aniversario en una nueva etapa con cambio nuevo de dirección y dirección.
Asimismo la importante red de festivales que ha creado el Junta durante las últimas décadas. «Tenemos un festival de música antigua, otro de contemporánea y el festival de Piano Rafael Orozco, al que ahora se suma el Primavera de Córdoba», explica Bronceado.
Las hermanas Katia Y Marielle Labèque, en el festival Rafael Orozco
En este caso, considera que lo que se ha hecho «es poner una primera piedra y el objetivo es que pueda convertir con el paso de los abriles en uno de los mejores festivales de España, poco que se ha rematado con el Rafael Orozco y que asimismo era difícil de imaginar cuando lo pusimos por primera vez en marcha hace 22 abriles».
Bronceado Calderón resalta por zaguero el parada nivel de los artistas profesionales que está generando Córdoba y que han conseguido triunfar en grandes escenarios y festivales. «La música clásica es una de nuestras grandes fortalezas, pero eso quizá no se había visibilizado», concluye.
Uno de los artistas que lleva el nombre de Córdoba por el mundo es el tenor Pablo García-López, que fue el encargado de inaugurar la primera tirada del festival Primavera el pasado mes de abril contiguo al pianista sajón Simon Lepper. El cantante explica que la clásica vive en Córdoba «un crecimiento muy bueno y va en torno a una situación aún mejor».
Pablo García-López y Simon Lepper, en un concierto nuevo
Según señala, «la figura de Juan Miguel Bronceado ha sido secreto a la hora de poner la música en situación de longevo protagonismo en las políticas culturales de la ciudad, poco necesario pues no solo podemos comportarse del patrimonio». García-López asimismo subraya que en esta situación han influido los entes musicales locales, como la Banda de Córdoba, los coros, el Cuarteto Clásico o los dos conservatorios, en los que hay «una renovación de los equipos directivos».
En su opinión, «todo eso se nota en la ciudad y en el hecho de que el primer Festival Primavera haya tenido repercusión doméstico muy potente». El tenor considera que el futuro hermoso asimismo está asegurado con una nueva reproducción que viene apretando robusto con instrumentistas «como Álvaro Toscano o Rafael Arjona y con compositores como Miguel Linares».
«La música clásica es una de nuestras grandes fortalezas, pero quizá no se había visiblizado», dice Juan Miguel Bronceado Calderón
«En los últimos han fallecido grandes artistas cordobeses de la reproducción longevo como Pedro Lavirgen, Luis Bedmar o Carmen Blanco y ahora una nueva reproducción está tomando un papel más presente en la ciudad», explica. Como batalla, plantea que se mantenga «la constancia en una programación que abarque todo el año y que se siga apostando por traer a Córdoba a grandes músicos internacionales».
La confianza asimismo late por zaguero en las palabras del profesor y violinista Luis Rubén Gallardo, figura fundamental del Cuarteto Clásico de Córdoba, una de las formaciones cordobesas de clásica más exitosas. Sobre el Festival Primavera, explica que «desde el principio nos sentimos privilegiados de ser parte de ese maridaje entre música y patrimonio en plena primavera cordobesa».
Concierto del Cuarteto Clásico de Córdoba
El actor recuerda que 25 minutos ayer de que comenzase su concierto, que tuvo oportunidad en el patio del Museo Arqueológico, «había ya una culo de manifiesto esperando que daba la reverso a toda la plaza». En su opinión, una propuesta de este tipo, que fundiese música y patrimonio, «estaba en el subconsciente y estoy seguro de que va tener un parada prestigio cultural si se mantiene esta reto».
Gallardo, que reto por ser exigentes en la programación con repertorios de mérito y que sean puros, explica que «en Córdoba no somos conscientes del prestigio que estamos logrando fuera» y otea un buen futuro pues «hay cada vez más posibilidades, cada vez más manifiesto y cada vez más músicos y formaciones que quieren comunicarse camino y eso va a seguir empujando a una imagen muy positiva de la ciudad».
Sus palabras emanan optimismo, al igual que la de todas las personas que están protagonizando este auge que por ahora parece no tener fin. Está claro que Córdoba suena a música clásica. Y que, por otra parte, cada vez suena mejor.