“Estamos súper orgullosos por el equipo, por lo que están consiguiendo, pero sobre todo por el compromiso y la implicación de todos los chavales desde el primer día”, explica Iván González. “Clasificarnos para el Campeonato de España es un premio muy ilustre. Las cosas están saliendo aceptablemente, por debajo tenemos a los benjamines y alevines y por encima a los júnior y todos estamos en Faja Gallega. A día de hoy los únicos que no están son los cadetes, que están en la período de mejora”.
El COB inmaduro masculino llevará la bandera de todo el baloncesto provincial esta temporada, pero no solo por la clasificación para el torneo mayor al que se puede aspirar: “En la plantilla tenemos a cinco jugadores que viven en la ciudad, pero adicionalmente hay jugadores de Xinzo, de Ribadavia, de Verín y de Maceda. Hay un camarilla espectacular y muchos de ellos haciendo un esfuerzo muy ilustre para venir a entrenar. Ellos y incluso sus padres. Hemos recibido las felicitaciones de muchísimos clubes de toda la provincia y el mérito es de estos chavales. Estamos súper orgullosos y conservarse aquí lo hace mucho más visible”.
La temporada pasada tiraron al poste y se quedaron a un paso, en la Final Four, pero ahora se han metido en la élite de su categoría. ¿Por qué? “Este equipo solo tiene una secreto, adicionalmente del compromiso, y son sus ganas de memorizar, de mejorar y de progresar. Aunque seamos un equipo de formación, los entrenadores podemos apoyar que la aspecto que tienen todos ellos es la que un equipo de élite. Antaño y posteriormente de los entrenamientos están de risas y lo que haga desliz, pero una que empezamos a entrenar el comportamiento es de una seriedad impecable todos los días. Si a eso le sumas que para algún chico supone venir a entrenar el pegarse una hora de coche, pues es un plus más”. Y añade: “La comunión que hay entre los jugadores, los entrenadores y lo padres incluso es poco fuera de lo global. Hemos llegado a juntarnos 30 personas para un partido un 4 de enero”.
Aunque el día a día podía hacer ser jovial a cualquiera, los resultados están por encima de los mejores pronósticos: “Tuvimos una reunión con los padres al entablar la temporada y les dijimos que el objetivo era exceptuar la plaza en la Faja Gallega. Igual alguno pensaba que era poco muy modesto, pero fuimos paso a paso y la verdad es lo logramos de forma muy holgada. Luego, el objetivo fue intentar meternos en la Final Four y sacamos el billete como segundos de camarilla. Cuando estás ahí ya es muy difícil, porque están los mejores, hay nerviosismo, hay presión, pero llegamos al partido secreto contra el Estudiantes, en Pontevedra, y ganamos con una remontada espectacular en el postrero minuto y medio. La alegría fue tremenda y puedo proponer que hubo muchas lágrimas”.
Y ahora, a disfrutar: “El primer objetivo es dar una buena imagen de club. Que se vea lo que hacemos en el COB. Luego, en el campo, que se refleje lo que trabajamos toda la temporada y poder competir a nuestro mayor nivel en todos los partidos que juguemos”. Aunque ya puestos, por qué no soñar un poco más: “Si lográsemos sobrevenir la primera período el rival podría ser el Valencia Básket, el Zaragoza o incluso el FC Barcelona. Eso ya sería un fin de fiesta inimaginable, que alguno de nuestros chavales puedan proponer algún día que jugaron contra un Doncic. Impresionar es un auténtico éxito, pero una vez que estamos aquí vamos a darlo absolutamente todo”.