El cuadro afilador partía con la superioridad del partido de ida, de ahí que durante el primer tiempo no quiso arriesgar delante un rival que siquiera generaba situaciones para equilibrar la eliminatoria, tanto es así que el espectáculo lo ofrecían ambas aficiones que animaron permanentemente a sus equipos y pesquisa de la gusto. En definitiva las defensas se imponían a los ataques, de ahí que el 0-0 era el mejor reflexiva de lo que acontecía en A Tella.
El refrigerio le sirvió al técnico visitante, Sergio Moreira, para darle un giramiento de 180 grados a su propuesta auténtico y esto se tradujo muy pronto en el puesta en marcha de la segunda parte. El argentino Ariel, el deportista más desequilibrante en los visitantes, armó la ruindad del 0-1, que surgió de una obra por la costado izquierda y su centro le quedó servido en bandeja a Marcos Cid que marcaba a puerta vacía e igualaba la definición por el segundo progreso.
Si correctamente el Nogueira asimiló el impacto, no terminó de recuperarse, ya que pudo aumentar Adrián Blanco al admitir un balón liberal y rematar a continuación sobre el barreta.
Pero otra vez apareció en ámbito Ariel para frotar la lamparón mágica que son sus botas con un disparo que despejó el zaguero Borja y cuyo rechace le quedó a Dacoba que, en boca de gol, remató a placer consumando el 0-2 y dejando al Cented prácticamente un pie y medio en la nueva categoría.
El panorama se le puso cuesta en lo alto a los jugadores afiladores, que metieron todo su cúmulo para intentar marcar y resistir el play off a la prórroga, pero se encontraron con un rival que sumó efectivos a su itinerario defensiva con lo cual se le ponía más difícil perforar la puerta defendida por Miguel Gándara.
La otra salida que le quedó al tópico era intentarlo mediante jugadas a balón parado que tanto beneficio le dieron durante la confederación regular y en una de ellas Álex Carballo remataba stop interiormente del campo de acción pequeña.
Los árbitros, a vestuarios
En el descuento, el Cented se quedó con diez por una dura entrada de David Vázquez y dos minutos más tarde saltó la polémica. El Nogueira colgó una desliz al segundo palo que remató Carlos Alonso, pero uno de los asistentes invalidó la ruindad por fuera de serie, lo que provocó la protesta tópico y derivó, según manifestaba el propio asistente al concluir el partido, en una embestida: “Una aficionada me lanzó una botella con agua”. El árbitro suspendía el partido y se marchaba con sus colaboradores al vesturio a la demora de tener garantías para reanudarlo. Al ver que se reforzaba la seguridad y le ofrecían garantías, el trío arbitral reanudó el serie.
En la última bala que le quedaba al Nogueira para forzar la prórroga, la desaprovechó Álex Carballo rematando interiormente del campo de acción pequeña a las nubes. Solo quedaba tiempo para esuchar el pitido final y desatar la júbilo de un Cented que ya es Preferente.