«Me dijo que venía de fiesta»


Javier es el policía local de Cabañas de la Sagra que ha puesto fin a las aventuras de un presunto atracador que ahora duerme en prisión y cuya detención, la mañana del lunes 28 de agosto, se ha anunciado este jueves.

Era su primer día de trabajo tras las vacaciones de verano y sabía, por sus compañeros de la Guardia Civil, que cinco días antes se había producido un robo en la sucursal de Liberbank de esta localidad toledana. También tenía una descripción del ladrón.y el vehículo con quien había dado el golpe de Estado la mañana del día 23.

Ese día, el delincuente había ingresado armado con una pistola, ocultando su rostro con un cubrebocas y gafas de sol. Había amenazado a la única empleada de la oficina, obligándola a abrir la caja fuerte y sacar 67.000 euros. y también limpiar los muebles donde había tocado con un paño y amoniaco. Quería eliminar posibles rastros.

Con la Operación Wigto en marcha, el atracador volvió a intentarlo la mañana del día 28. Intentó acceder de nuevo a la sucursal, situada en la Plaza de España, pero desde el interior el personal le dijo que no estaba abierta al público. Desistió y, al salir, se cruzó en su camino Javier, que patrullaba en un vehículo oficial.

El agente cuenta a torrevieja news today que le llamó la atención una persona con peluca, gafas de sol y una mochila. Caminaba hacia una calle perpendicular, donde había aparcado un coche que coincidía con la descripción que le había facilitado la Guardia Civil. Al ver al hombre subir al auto, Javier decidió actuar y lo identificó. Pidió su identificación y preguntó por la mochila, lo que puso nervioso al sospechoso. «También le pregunté por la peluca que llevaba y me dijo que vendría de fiesta; Le pregunté por qué vestía ropa de trabajo y me dijo que iba a trabajar…».

Sorprendido por estas respuestas, el agente revisó el interior de la mochila y encontró un arma de fuego que parecía real. “Entonces la tensión aumentó, pensé que podía ser el ladrón y procedí a esposarlo y registrarlo”. El sujeto forcejeó e intentó salir, sin éxito.

Llevaba encima mucho dinero: en la cartera, numerosos billetes de 50 euros, y en los bolsillos del pantalón, 10. Además, entre la ropa llevaba bridas, un cúter, una mascarilla y cinta adhesiva.

Sin embargo, el policía avisó a la Guardia Civil: “Llamé a mis compañeros de investigación, con los que tenemos muy buena relación, y les dije que tenía a ese hombre. No me lo creyeron. Finalmente llegaron y el vehículo pudo Me registraron, porque como estaba solo sólo podía vigilar al hombre. En el auto, un Toyota Aris gris, había más dinero y tenía más material de mascarilla.

En el registro posterior de su domicilio se localizaron otras tres armas de fuego simuladas, 25.000 euros en realidad, así como numerosas mascarillas, gafas de sol y pelucas para ocultar su identidad en los robos. Ahora, el presunto atracador duerme tras las rejas.

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