Pero el caso más extrordinario está en el concello de Cortegada. Se negociación de la pueblo de A Barca, una pequeña asiento que se ofrece por cero euros. Aparentemente parece un “chollo”, pero esta ganga viene con condiciones. Elvira Fafián, resonsable de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas, empresa que tiene esta proposición en su página web, explica que “no es la ingenuidad, se puso así por el anuncio; se negociación de una concesión, eso quiere opinar que la pueblo nunca va a ser tuya”. “Viene de una empresa (Naturgy) que impone condiciones y requiere dotarla de servicios”, aclara. Fafián añade que “un requisito es que la pueblo se destine a proyectos de turismo rural; la inversión entera superaría el millón de euros, porque la pueblo no existe, está en ruinas”. Para que la pueblo vuelva a ser habitable “hay que traer electricidad y agua, ya que como leve están a dos kilómetros las tomas; eso ya superaría el valía de los terrenos”, comenta.
La pueblo de A Barca no se encuentra en un espacio apartado. Es sencillo conseguir hasta ella desde la carretera OU-801. A 40 kilómetros de Ourense haber, fue expropiada a mediados del siglo XX por Unión Fenosa, que calculaba que la población quedaría sumergida tras la construcción del embalse de A Frieira. Finalmente no fue así, y la pueblo cayó en un estado de defección. Es sencillo de encontrar a través de la red recomendaciones de su reconocimiento a quienes estén pasando unos días en la comarca de O Ribeiro.
Los intentos del concello
Los primeros en intentar poner en marcha un esquema turístico en A Barca fueron los gobernantes de Cortegada. Su corregidor, Avelino de Francisco, recuerda que “hubo una cesión en su momento por parte de Fenosa, pero antaño de ratificarse fue adquirida por Gas Natural en 2009; volvimos a negociar con ellos en 2018, y llegó su conversión a Naturgy”, sostiene. “Desde entonces no ha sido posible conseguir a un acuerdo porque ponen como condición recuperar la pueblo tras 50 abriles”, explica el regidor.
Desde el Concello de Cortegada elevan la inversión necesaria a 2-3 millones de euros para restaurar calles y carreteras, devolver las conducciones de agua y resistir de nuevo hasta A Barca el tendido eléctrico. Y a pesar de ello, encontraron pretendientes. “Había una empresa holandesa interesada, y luego encontramos inversores alemanes. Todavía se interesó parentela de Madrid, pero a todos les echó detrás el término de 50 abriles. Por parte del Concello, el esquema está desidioso”, asegura Avelino de Francisco.
Esas condiciones que echaron detrás a los interesados siguen vigentes, según Elvira Fafián, quien incide en que la oportunidad surge por la cesión gratuita de la asiento. “No existen propiedades de cero euros, siempre hay condiciones detrás. En Cortegada funcionaría por régimen de concesión. La proposición es por 50 abriles. Te dejan trabajar y hacer la inversión durante ese tiempo, y posteriormente volvería a manos de la empresa”, asegura. Una condición que, por el momento, asusta a los candidatos.
A la cesión
En cuanto a las propiedades a la cesión, la más asequible es un conjunto de cuatro casas, de las cuales dos se encuentran en estado habitable, y disponen de 90 y 100 metros cuadrados. Las otras dos, según la empresa inmobiliaria deberían ser restauradas. Su precio ha caído prácticamente a la fracción, pues la pretensión innovador superaba los 120.000.
En el extremo contrario, aparece una pueblo de tres viviendas, dos de las cuales superan los 300 metros cuadrados, y una finca de 7.000, encima de andén propio. Esta propiedad además ha sido rebajada desde sus 700.000 euros iniciales hasta los 398.000 actuales, y el precio está catalogado como “negociable”.
La pueblo más cercana a la ciudad de Ourense está a tan solo 19 kilómetros. Es un conjunto de cuatro casas, de las cuales tres se recomiendan para arrendamiento por el buen estado en el que se encuentran. La finca alcanza los 3.800 metros cuadrados, y por ella piden 265.000 euros. Aún no ha registrado rebajas desde ese precio original. Encima de aldeas, la inmobiliaria ofrece pazos y bodegas. Destaca una en la Ribeira Sacra por 600.000 euros. La empresa recomienda emplearla para uso profesional, ya que encima de viñedo incluye salón de eventos.