Él 9 de febrero de 1976 Fue el último día que Víctor Legorburu Ibarreche Cruzó el umbral de la puerta de su domicilio en la localidad de Galdácano, en Vizcaya, ciudad de la que era alcalde. Lo acompañaba Francisco Ruiz, policía municipal nacido en Valdepeñas, Ciudad Real, que trabajaba en el municipio vizcaíno desde 1972.
Habitualmente, Ruiz era el encargado de realizar las funciones de escolta del alcalde. Ese día, ambos fueron fusilados por varios etarras en las inmediaciones. El agente sobrevivió, pero Legorburu murió tras ser rematado con una pistola. Tenía 63 años y dejaba esposa y dos hijos.
Ahora, casi cincuenta años después del atentado, el exlíder de ETA Josu Ternera confiesa en una entrevista documental realizada por el periodista Jordi Évole que participó en los hechos, delito anterior a la aprobación de la Ley de Amnistía de 1977.
Según la prensa de entonces, el alcalde de Galdácano habría recibido amenazas de ETA en varias ocasiones, e incluso un ataque a una imprenta que compartió con su hermano. Además, su asesinato se cometió el mismo día en que se cumplió un ultimátum lanzado por el grupo terrorista tres meses antes en el que obligaban a todos los dirigentes municipales a abandonar sus cargos.
#TalDíaComoHoy 1976 #etapa asesinado en #galdakao a su alcalde VÍCTOR LEGORBURU, luego de lo que sería una de las primeras campañas anteriores de persecución que incluyó también la quema de su negocio. El policía municipal que actuaba de escolta resultó gravemente herido.
HILO⤵️ pic.twitter.com/yopGc4N1ml
— Consuelo Ordóñez (@ConsuorF) 9 de febrero de 2023
Víctor Legorburu y Francisco Ruiz abandonaron el domicilio alrededor de las 8:10 de la mañana. Un terrorista esperaba junto a la casa y, una vez confirmó que ambos salían de la casa, avisó al resto de etarras de que unos metros más adelante les dispararían varias ráfagas de ametralladora, impactando en los cuerpos de ambos. . Según la información conocida este jueves, entre ellos se encontraría el etarra Josu Ternera.
Mientras las víctimas estaban en el suelo, aún con vida, uno de los etarras sacó un arma para terminar al alcalde y al agente. Legorburu perdió la vida en ese momento, mientras que su escolta logró salvarla pese a haber recibido hasta doce impactos en su cuerpo. “Cuídenlo que me muero”, dijo Francisco Ruiz cuando llegaron los primeros testigos del ataque para auxiliarlos. Sin embargo, Víctor Legorburu ya había fallecido.