La rectitud dio la razón a Alonso, que había presentado un procedimiento contencioso-administrativo a su cese, que se decretó el pasado 18 de abril. Se manejo de una medida cautelar del Audiencia de Ourense. En el utilitario se subraya que Alonso es un funcionario de autorización doméstico, y que se “han de tener presentes, desde la perspectiva del interés genérico, las funciones que desempeñan los funcionarios que ocupan puestos de autorización de carácter estatal y la delicada posición institucional que ocupan en la corporación circunscrito. Por lo tanto, hasta que la sentencia sea definitiva, Gonzalo Alonso tendrá que retornar a su puesto como interventor del Concello de Ourense.
Hacienda incluso impugnara el cese de Alonso
El Servicio de Hacienda y Función Pública incluso había emitido un escrito al Concello de Ourense señalando que se mostraba en contra del cese del interventor municipal y que Alonso había sido estimado por concurso.