Cuando embarcamos en un planeo comercial, quienes nos reciben a borde nos saludan. Son tripulantes de cabina, pendientes de que el encerrona, planeo y desembarque sean siempre seguros. Estos profesionales todavía son los encargados del servicio a borde. Si accedemos al avión por la puerta delantera y miramos a la izquierda podremos vislumbrar la cabina de mando. En ella, los pilotos están ocupados preparando el delirio tenue que vamos a emprender.
Generalmente no sabemos quienes son los auxiliares de planeo ni los aviadores que nos van a soportar a nuestro destino. Lo que sí sabemos es que la aerolínea que hemos seleccionado pone en sus manos un avión, unos pasajeros, sus equipajes y, si la hay, carga. Todos llegaremos al destino al punta de pocas horas.
El azar se produjo en el festival tenue de Beja, una de las más importantes exhibiciones aéreas de Europa
Las aerolíneas ponen todo ello en manos de sus tripulantes porque tienen una experiencia contrastada. Esta aumenta con cada hora de planeo y adicionalmente, de forma cíclica, la compañía les sigue entrenando con cursos y simuladores. Es una formación continua que hace que, apoyados por el resto de integrantes de su ordenamiento, el tenue siga siendo el medio de transporte más seguro.
Si en los últimos primaveras han tomado un avión de Vueling desde o en dirección a el aeropuerto de Santiago de Compostela, es muy probable que les haya llevado Manuel Rey Cordeiro, comandante de esta compañía con saco en el aeropuerto Rosalía de Castro, el nombre oficial que desde marzo del 2020 denomina al todavía conocido como Lavacolla.
Rey, conocido entre sus amigos y en el mundo de la aviación como ‘Coco’, falleció el pasado domingo pilotando un avión muy diferente a los Airbus de Vueling: un Yakolev YAK-52, un avión monitor soviético de los primaveras 70 con el que este fin de semana participaba en el festival tenue de Beja, Portugal, una de las más importantes exhibiciones aéreas de Europa, con la décimo de aeronaves de 16 países exhibidas en planeo y tierra durante dos días.
Entre quienes volaban, tanto sábado como domingo, los Yakstars, un equipo de planeo acrobático hispanoportugues formado por siete aviadores de suscripción experiencia volando media docena de YAK-52, apoyados por un equipo de siete personas entre pilotos de reserva, mecánicos, ingenieros y otras tareas de coordinación. Hasta ayer, el equipo había participado sin novedad y con mucho éxito en 73 festivales y exhibiciones, todas entre España y Portugal, aunque su experiencia en este tipo de eventos es aún longevo, pues todos pertenecen a su vez a una misma asociación, la Jacob 52, que aúna a los amantes y propietarios de este tipo de monomotores.
‘Coco’, el aviador
La exhibición en la que ayer falleció Manuel ‘Coco’ Rey era la segunda de las 11 que, por el momento, tienen programada los Yakstars para este año, tanto en festivales abiertos al sabido como para eventos privados, pues el equipo puede ser contratado para una exhibición de 14 figuras acrobáticas diferentes, muy perfectamente entrenadas y coordinadas, en un espectaculo de aproximadamente un cuarto de hora, que impresiona a todo aquel que lo ve desde tierra oyendo los comentarios de Ivan Rey, que siempre narra lo que está pasando en el gracia.
En estas exhibiciones, Coco era el Yakstar 4, actuando como ‘solo’ líder del equipo desde hace período y media. Este puesto lo había hato por su experiencia, no tan solo volando el Yakolev, sino a los mandos de aviones acrobáticos todavía muy exigentes como el Sukhoi 29, los Extra 300 y 330, el CAP10 (clásico de esta disciplina) y todo tipo de aeronaves. De hecho, su pasión por estar en el gracia era tal que todavía era paracaidista.
El piloto Manuel ‘Coco’ Rey
En su cara deportiva, este comandante de Airbus adaptaba sus programaciones de vuelos regulares desde Santiago a competiciones nacionales e internacionales como el Campeonato de España de Planeo Acrobático o CEVA, los Juegos Mundiales Aéreos o el Mundial de Cabriola, donde siempre quedaba en puestos destacados o vencia.
Hasta el planeo de ayer, en el que su Yakolev chocó con el de otro miembro del equipo y no pudo defender la vida, a pesar de tener saltado del avión, dotado de un paracaídas de emergencia, el Comandante Rey acumulaba unas 18.000 horas de planeo. Varios aviadores y aviadoras con los que ha contactado torrevieja news today, adicionalmente de su pesar, han destacado su carisma, personalidad y amabilidad con todos. Nacido en Vigo hace 62 primaveras, residía en Sigüeiro, a menos de diez minutos en coche al meta del aeropuerto de Santiago, de cuyo aeroclub todavía era socio y donde se le echará en desidia a partir de hoy, tanto en el Gloria como en tierra.
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