La inteligencia artificial, García Lorca y Vicent Andrés Estellés abren las PAU en la Comunidad Valenciana


La inteligencia químico, un poema de Federico García Lorca y un fragmento teatral de Antonio Buero Vallejo han protagonizado el examen de Habla Castellana y Humanidades que ha extenso las Pruebas de Camino a la Universidad (PAU) de 2024 en la Comunidad Valenciana.

Esta prueba obligatoria consta de dos apartados. El primer agrupación, que vale hasta cuatro puntos, consiste en analizar un texto, asiduamente periodístico. El favorito en esta ocasión ha sido la columna de opinión ‘Estupidez químico’, publicada en El País el pasado 2 de enero, en la que el politólogo Víctor Lapuente reflexiona sobre los mercancía de la inteligencia químico en el mercado profesional.

Los alumnos han tenido que realizar un comentario crítico, con argumentos a auspicio o en contra, a partir del futuro tema: «La robotización supondrá un deterioro de las condiciones de laborales de las siguientes generaciones».

El segundo agrupación del examen, con el que se pueden sumar los seis puntos restantes, ha comprendido una serie de ejercicios sobre sintaxis y vocabulario y, en la parte de humanidades, varias preguntas sobre el poema ‘Sorpresa’ de Federico García Lorca y un extracto de la obra de teatro ‘Historia de una escalera’, de Antonio Buero Vallejo.

Por otra parte, en el examen de Valenciano, que se ha desarrollado a continuación, los aspirantes han tenido que analizar lingüísticamente un fragmento del texto ‘L’única veritat’, de Francesc Bodí y un artículo de Josep Lacreu publicado en Oriente-EMV en 2021 bajo el título ‘Discriminació per raó d’accent’.

En cojín a este final, se pedía a los jóvenes que escribieran su opinión sobre el uso que hacen del valenciano normativo y lo compararan con el registro que utilizan para platicar su sinhueso materna con sus familiares. Asimismo, debían objetar a distintas cuestiones sobre un extracto del ‘Diccionari per a ociosos’ de Joan Fuster y del ‘Llibre de meravelles’ de Vicent Andrés Estellés.

Más de 24.200 estudiantes -los últimos que se examinarán con la coetáneo estructura frente a la implantación de un nuevo formato en 2025- se examinarán entre este martes y jueves en los cinco campus valencianos.

La media de los exámenes de la escalón obligatoria de la PAU suponen el 40% de la nota final, que se suma a la media de las calificaciones del Bachillerato (60%). No obstante, a esa número hay que añadirle los resultados obtenidos en dos de las pruebas optativas realizadas: cada asignatura de esta escalón específica pondera de modo distinta según la carrera a la que se aspira. La nota resultante -sobre catorce- es la que se tiene en cuenta para ser admitido en la universidad.

De momento, la única incidencia registrada afecta a cuatro estudiantes que se encuentran hospitalizados y no podrán hacer las pruebas estos días. Cuando lo hagan en la convocatoria extraordinaria de julio, serán considerados como si se hubiera examinado ahora a mercancía de la preinscripción universitaria.

En su recepción a uno de los aularios de Burjassot en los que se lleva a parte la EBAU, el conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha innovador que se producirá un acuerdo entre autonomías gobernadas por el PP tras las elecciones europeas para «homogeneizar» la Evaluación del Bachillerato para el Camino a la Universidad entre territorios. Un pacto al que aplazamiento que se sumen el resto de territorios, aunque ha aguzado que los ministerios de Universidades y Educación están «poco receptivos» frente a la propuesta.

«No tiene sentido que si cualquier discípulo con su nota de bachiller y selectividad puede ir a cualquier universidad española, las pruebas no estén normalizadas, y que a veces la valoración de ciertas cuestiones se haga de forma distinta en distintas comunidades, cuando resulta que un discípulo puede moverse a cualquier universidad», ha señalado.

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