Borja Villacís, la sombra de un neonazi heredero de una de las antiguas facciones más violentas de Ultras Sur


La alocada vida de Borja Villacís ha transcurrido rápida, hasta el punto de que la asesinato le ha venido a saludar con tan solo 41 primaveras. Este mediodía, el pequeño de los tres hermanos de la exvicealdasesa de Madrid ha sido acribillado a tiros a la importancia del kilómetro 6 de la carretera M-612, en las proximidades de la avenida de Montecarmelo. Retirado de la primera bisectriz del movimiento skinhead, serán ahora los investigadores del congregación V de Homicidios de la Policía Franquista los encargados de desgranar un crimen todavía con demasiados interrogantes en el clima.

Como tantos otros adolescentes en la época de esplendor de Bases Autónomas (BB.AA.), un grupúsculo surgido en los primaveras ochenta como desarrollo de las Juventudes Franquista Revolucionarias (JNR), Borja comenzó a moverse entre radicales al cobijo de la violenta sección de Skin Cubos, asentada en la plaza de los Cubos, una violentísima sección vinculada entonces a Ultras Sur y dedicada a sembrar el terror en las calles madrileñas hasta el fin de su actividad en 1998. De hecho, algunos de sus miembros estuvieron involucrados en la asesinato de Lucrecia Pérez, el que fuera calificado en España como el primer crimen racista.

Tras ello, la vinculación de Borja a los citados Ultras Sur queda probada al menos hasta los primeros primaveras de la término de los 2000. De hecho, en septiembre de 2004 fue detenido yuxtapuesto a otros integrantes destacados del congregación radical del Verdadero Madrid por atacar a un novicio a la salida de un bar de copas, en el distrito de Moncloa-Aravaca. Una acometida que llegaba solo meses posteriormente de que además le pusieran los argolla por otro altercado en el interior de un furgón de Metropolitano que llegaba a la tiempo de Santiago Bernabéu.

En aquella ocasión, el hoy malogrado insultó en compañía de una decena de ultras a una mujer de raza negra, lo que motivó que dos pasajeros ajenos a ella salieran en su defensa. La turba de Borja la emprendió a patadas y uno de ellos llegó a prorrumpir un vaso de cristal en la persona de los agredidos. Estos reconocieron a Borja Villacís como el cabecilla y la persona que habría asestado el trauma con el vaso causando a su víctima una brecha de 3 centímetros de generoso. En las diligencias policiales se puso de manifiesto que el hermano Begoña Villacís tenía informes por causar lesiones a varias personas en diferentes agresiones, actuando en grupos de skinheads. Finalmente, la Audiencia Provincial le condenó a seis meses de prisión como autor de dos delitos de lesiones.

Desde 2020, Borja Villacís estaba investigado en la operación Perpicaz Frozen, que instruye el enjuiciador de la Audiencia Franquista, Santiago Pedraz, por delitos de tráfico de drogas y enyesamiento de capitales. En agosto de 2021, agentes de la Miembro Civil pertenecientes al Género de Delitos Económicos de la Dispositivo Orgánica de Policía Legislativo de la Comandancia de Madrid, yuxtapuesto a la Dispositivo Central Operativa del mismo Cuerpo, la Policía Autónoma Vasca y varias Policías Locales, arrestaron a 27 personas y se incautaron de armas de fuego, uniformes policiales, casi 240 kilogramos de cocaína de gran pureza, 43 inmuebles embargados, 121 vehículos bloqueados y 58 intervenidos y casi 700.000 euros intervenidos.

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