Un Mad Cool con 8.000 personas menos y más trenes para apaciguar a los vecinos


La semana pasada, Taylor Swift enamoró y desesperó. Purpurina y éxtasis entre los 180.000 seguidores del ‘The Eras Tour’; sonómetros y quejas desde los pisos y terrazas que rodean al Bernabéu. Con la resaca del macroconcierto del año aún implícito, Mad Cool ha anunciado una serie de mejoras para su séptima tiraje, los próximos 10, 11, 12 y 13 de julio, en la tercera ubicación desde que naciera el festival que se desmarca del reguetón, el espacioIberdrola Music de Villaverde. En la otra punta de Madrid, en otro macrorrecinto unido a otros barrios residenciales, el sucesivo gran evento del año asimismo enamora y desespera.

Las principales novedades de este año son menos aforos y más trenes. A posteriori del polémico estreno de la antecedente tiraje, con calles colapsadas y excesos de ruido durante tres días de conciertos —el Junta de Madrid sancionó a la promotora con una multa de 22.000 euros por rebasar los decibelios permitidos—, los organizadores del Mad Cool han pequeño un 12% la afluencia de festivaleros, de las 66.000 personas que asistieron en 2023 a un mayor de 58.000 fijado para este verano. Son 8.000 personas menos cada día entrando y saliendo de Villaverde.

Por primera vez, los miles y miles de asistentes podrán regresar a sus casas en Cercanías. La temporada de Renfe de Villaverde Suspensión estará operativa todas las noches hasta las 4 de la orto, con una frecuencia de paso de 10 minutos, y se suma al incremento habitual de Metropolitano, asimismo con trenes cada 10 minutos y operante hasta las 4 de la mañana. Mad Cool paga 400.000 euros por este transporte adicional con destino a zonas adecuadamente comunicadas de la caudal, como Legazpi o Embajadores; aún faltan detalles por concretar. El festival trabaja encima con el Junta de Getafe para preparar lanzaderas de autobuses desde el municipio hasta el perímetro de Villaverde, una modo de evitar que miles de personas crucen a pie el único paso bajo la M-45.


Villaverde Suspensión

(Abierta hasta

las 04.00 h)

Entrada principal

más dos nuevos

accesos

San Cristóbal

Industrial

Fuente: Elaboración propia / torrevieja news today

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(Abierta hasta

las 04.00 h)

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accesos

San Cristóbal

Industrial

Fuente: Elaboración propia / torrevieja news today

Mad Cool se mudó el año pasado de Valdebebas, un espacio que ocupará el circuito de Fórmula 1 y la inminente ampliación de Ifema, porque mermaba el espaciosidad del festival a un número inviable de 35.000 personas. El nuevo Iberdrola Music en Villaverde, con una superficie de 85.000 metros cuadrados y una capacidad para 100.000 personas, era la mejor alternativa. Con una pega: se levanta a 300 metros de la primera orientación de viviendas del ártico de Getafe y a 500 metros de la Colonia Marconi, una zona residencial de Villaverde.

El año pasado, distintas asociaciones vecinales de uno y otro municipios se agruparon en la Plataforma Stop Mad Cool Villaverde, se manifestaron semanas antiguamente de que se celebrara el festival, y durante el evento se quejaron, durmieron poco, grabaron los atascos y midieron los niveles de ruido. El plan de movilidad que ha diseñado Mad Cool pretende apaciguar a los afectados, con el objetivo de que «el flujo de conocido vaya con destino a el polígono, en vez de con destino a los vecinos», aseguró este martes el director del festival, Javier Arnaiz.

Durante los cuatro días de Mad Cool se desplegará un millar de personas para asegurar la seguridad internamente y fuera del perímetro, y habrá un equipo singular de informadores a pie de calle para adiestrar a los festivaleros hasta los tres accesos, dos más que el año pasado, en la misma calle, para evitar embudos. Y el número de escenarios se reducirá de ocho a seis, orientados de modo que «minimicen» la contaminación acústica.

Los vecinos, no obstante, desconfían de este plan de movilidad. «El espacio sigue sin insonorizar, es el mismo, dijeron que iban a soterrar los escenarios y no hicieron nulo», critica una portavoz de la Plataforma Stop Mad Cool Villaverde que reside en el ártico de Getafe y prefiere preservar su anonimato. «En la zona no deja más que ruido, colapso y basura. Y en cuanto a los empleos, aquí trabajan cuatro días y de camareros, pero eso no es trabajo para el sur», lamenta esta portavoz, que prevé que las calles volverán a atragantarse, que las empresas del polígono estarán bloqueadas durante horas y los barrios, encerrados. «Como en el Bernabéu, no se puede hacer lo que está pasando en todo Madrid… Es que ya damos igual todos los vecinos», concluye.

La repercusión económica

La cruz del Mad Cool son las molestias; la otra cara de la moneda de estos eventos incrustados en la ciudad es el hacienda con el que riegan la propia capital. Taylor Swift dejó en la hostelería 10 millones de euros cada etapa de concierto, y ocupó el 90% de las plazas hoteleras de Madrid. El Mad Cool ha calculado su propia repercusión, a partir de un noticia de la consultora Metyis. En 2023, los tres días de festival crearon 6.763 empleos y un impacto crematístico de 46 millones de euros en la región, 37 millones solo en la caudal. Son vuelos, consumo, alojamiento, transporte… de unos asistentes que gastaron 24 millones en la heredad madrileña, sobre todo, los visitantes internacionales.

«Por cada euro que recibimos de subvención se generan 57 euros para la ciudad», destaca Arnaiz. Aunque este año asimismo se han producido cambios en las subvenciones. Si adecuadamente la Comunidad de Madrid ha mantenido la suya, en torno al millón de euros, Cibeles ha cortado el 80% de su patrocinio, del millón de euros de 2023 a la partida presente de 200.000 euros. Y, de momento, el Junta de Madrid no ha otorgado la pertinente inmoralidad a la promotora. «Ese plan de movilidad afecta a la M-45, que es gestionada por Control Civil y, por consiguiente, por Delegación de Gobierno, que tiene que validarlo», señaló este martes el delegado de Urbanística, Medio Concurrencia y Movilidad, Borja Carabante. La Delegación replicó, sin requisa, que entre sus «competencias no está validar ningún plan de movilidad» y devolvió la pelota al tejado municipal.

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