60 exdiputados envían una carta a la presidenta de la Cámara instándola a rechazar la iniciativa que permitirá hablar en catalán, euskera y gallego
“La afirmación de que la mitad de la Cámara impone una reforma de tal calado es una farsa inaceptable, un auténtico incumplimiento de las reglas de cualquier sistema democrático”, señalan en su carta sobre una medida que ha sido aprobada por la formación de Pedro Sánchez y su compañero de coalición, Sumar, pese al voto en contra del PP, para satisfacer las demandas de los partidos independentista y nacionalista ante una posible reelección del presidente en funciones.
Según este grupo de exparlamentarios, el español ha sido la lengua en la que todos ellos han dialogado, debatido y cumplido su misión “con total normalidad” durante años. En este sentido, señalan que “la verdadera intención de sus promotores es negar la condición del español como lengua común de los españoles” y consideran que el hecho de que los diputados tengan que “utilizar el casco o el auricular para entenderse entre sí” “Otros” será una imagen que “aleja la política de la vida normal de los españoles”.
“Queremos expresar nuestro más firme rechazo a una reforma del Reglamento que contradice nuestra Constitución, no se adapta a nuestra realidad lingüística y no es razonable”, sostienen en su escrito. Por ello, instan a los actuales miembros de la cámara Carrera de San Jerónimo a rechazar una iniciativa que “cambiaría la naturaleza” de la Cámara Baja y “produciría una grave mutación constitucional encaminada a su transformación hacia una realidad plurinacional“.
Entre los firmantes se encuentran exministros del PSOE (José Luis Corcuera y Virgilio Zapatero), del PP (Juan Carlos Aparicio, Miguel Arias Caeté, Rafael Catal, María Dolores de Cospedal., Isabel García Tejerina, Jesús PosadaIsabel Tocino, Federico Trillo), y de UCD (Rafael Arias-Salgado, Soledad Becerril, Ignacio Camuas Jaime Lamo de Espinosa, Rodolfo Martín Villa), los expresidentes del Senado Juan José Laborda y Javier Rojo.
Pluralidad lingüística
En su escrito sostienen que “España es una comunidad lingüística con una lengua común y con una variedad de lenguas habladas en determinadas partes de esa comunidad”: “La pluralidad de lenguas habladas en nuestro territorio es, por supuesto, una riqueza cultural, que todos los españoles apreciamos y nos preocupamos por preservar, pero nuestra mayor riqueza es que tenemos una lengua común, en la que todos los españoles nos entendemos sin excepción.
A esta “realidad lingüística”, añaden, “responde fielmente el modelo establecido por nuestra Constitución”. “Por este motivo, la lengua común es la única ‘lengua oficial del Estado’, cuyo ‘deber de conocerla y derecho a utilizarla’ se proclama en su artículo 3. Las demás lenguas ‘también serán oficiales en las respectivas comunidades autónomas de acuerdo con sus Estatutos. “Pero, en ningún caso, son ‘lenguas cooficiales’ del Estado, por lo que su uso en el organismo que representa la soberanía nacional no tiene sustento constitucional”, concluyen.