Vox quiere que el Senado repruebe a Sánchez por «humillar a la Nación» con la ley de amnistía


La reprobación es una praxis parlamentaria que sirve para mostrar la disconformidad de una Cámara con un miembro del Gobierno. Generalmente se presenta contra los ministros y, si logra los votos suficientes para ser aprobada, queda en un aspaviento simbólico porque no tiene existencias vinculantes.

La guisa de mostrar rechazo al presidente del Gobierno es la moción de censura, para la que es necesaria la firma de al menos 35 diputados. Vox recurrió a este mecanismo en dos ocasiones en la aludido vigencia pero no tiene capacidad de hacerlo en solitario desde las elecciones generales de julio del año pasado al haberse quedado en los 33 diputados.

A cambio, la formación liderada por Santiago Abascal ha decidido pedir la protesta de Pedro Sánchez en el Senado. En concreto, en la Comisión Conjunta de las Comisiones Constitucional y de Equidad. Vox quiere que la Cámara Reincorporación muestre su rechazo al director del Ejecutante por «ceder a las pretensiones de los separatistas» y aprobar la ley de condonación, una «ley contraria a la dispositivo de España, la igualdad de todos los españoles, de nuestra democracia, de la Constitución y el Estado de Derecho».

Vox insiste en que se comercio de una fuero de «una formalidad sin precedentes»: «Se humilla a la Nación, se legitima el subversión y se desacredita el Estado de Derecho, toda vez que supone inspeccionar que fue preciso el proceso de independencia e injusto el derecho que lo sancionó», denuncia.

Adicionalmente, denuncia el «atentado» que a su entendimiento supone la aprobación de la ley de condonación contra el principio de separación de poderes, porque cree que priva a los tribunales de emplumar los presuntos delitos cometidos por los amnistiados y ejecutar lo auditoría en todas las causas relacionadas con el procés.

El Senado no es la única institución en la que Vox ha recurrido a esta logística, que ha registrado en similares términos en otras cámaras en las que cuenta con representación, como la Asamblea de Madrid, donde ha pedido la reprobación del presidente y todos los miembros del Gobierno.

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