¿QUÉ LE LLEVÓ A ESTUDIAR CIENCIAS POLÍTICAS?
Soy una persona muy vocacional. La política era un tema de conversación muy habitual en casa, incluso con los niños y para mí es una gusto desde siempre. No tenía dudas sobre lo que quería estudiar. Me sentí muy inclinada por la Ciencia Política, no por padecer una vida profesional vinculada a la política, pero sí me atraía mucho como investigadora y docente, que es a lo que me dedico en la presente.
¿Y LA ELECCIÓN DE SU ESPECIALIDAD?
Siempre me sentí muy atraída por todo lo que tenía que ver con los movimientos sociales y la violencia política. Y internamente de mi fuerte que es el descomposición político, siempre que pude opté por tocar ese ámbito. Los atentados del 11 de marzo de 2004 fue un punto de inflexión que terminó de ajustar mi carrera en torno a los estudios de terrorismo y antiterrorismo. Hay que memorar que aquellos atentados fueron los más importantes ocurridos hasta la momento en suelo europeo.
YA ÉRAMOS UN PAÍS, DESGRACIADAMENTE, QUE SUFRÍA LA LACRA DEL TERRORISMO.
Así es. Y aunque es cierto que la amenaza del terrorismo yihadista ya existía no estaba en la mente y en el imaginario de la opinión pública española porque vivíamos mediatizados por la amenaza del reunión terrorista ETA que llevaba muchos primaveras actuando en nuestro país y que teníamos tristemente muy presente en nuestras vidas. Cuando se produce el 11-M se pone sobre la mesa de la modo más abrupta una efectividad de la que ya eran conscientes miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, en concreto un reunión de la policía que venía haciendo un seguimiento de la primera célula de al-Qaeda que se había establecido en nuestro país a principios de la lapso de 1990 y que se desarticulo poco posteriormente de los atentados del 11-S en Estados Unidos, por miedo a que pudiera ocurrir poco así. No sucedió en ese momento, pero de los remanentes de aquella célula y otros principios, finalmente se materializaron en 2004.
¿FUE UN CAMBIO DE PARADIGMA?
ETA era una amenaza terrorista, digamos clásica, con una ordenamiento muy perfectamente cohesionada, estructurada de modo jerárquica, con distintos aparatos, como el mecanismo de operaciones, de financiación, logístico y replica a un maniquí en el que las organizaciones terroristas tenían un ámbito de representación y, de repente, surge poco como al-Qaeda, un monstruo del que en 2001 no podíamos dar una forma concreta porque eran individuos que operaban bajo el liderazgo de Osama Bin Laden que era un individuo sombrío, desconocido y que rompía los estereotipos del distintivo terrorista con bajos medios económicos y de educación, cuando él pertenecía a una de las familias más importantes de Arabia Saudí y era una persona perfectamente formada al igual que todos los individuos que participaron en los atentados del 11-S que eran jóvenes perfectamente formados y de clase acomodada.
¿CÓMO HA EVOLUCIONADO A LO LARGO DE ESTOS VEINTE AÑOS?
El movimiento yihadista integral ha evolucionado desde que se conformó allá por la lapso de 1980 cuando la Unión Soviética invade Afganistán. La retirada de la Unión Soviética es percibida como un éxito y asta el mensaje de que se puede cambiar el mundo a través de la implicación yihadista. En ese momento se constituye al-Qaeda. El movimiento va cambiando con el paso del tiempo y demuestra una enorme resiliencia para adaptarse a las diferentes situaciones. Coincidiendo con la emergencia de las Primaveras Árabes hay un resurgir que se acentúa con la enfrentamiento en Siria y después aparición, fuera de la matriz de al-Qaeda de lo que con el paso del tiempo se denominó Estado Islámico o ISIS por sus siglas en inglés que hoy es el referente que predomina en nuestro ámbito y que tiene un anciano tradición por su capacidad para calar en los jóvenes a través de las nuevas tecnologías, pero hace que se pase a un movimiento bipolar que complica más el ambiente.
¿CÓMO ES EL PERFIL DEL TERRORISTA DE ESTADO ISLÁMICO?
El perfil a día de hoy replica a masa nuevo, hombres y mujeres. El 15 por ciento de los condenados en nuestro país por delitos de terrorismo yihadista en su última etapa evolutiva son mujeres. Hablamos de jóvenes entre los 18 y 25 primaveras con un porcentaje significativo de conversos (entre el doce y el 15 por ciento del total de condenados) y hablaríamos de individuos que carecen de integración en nuestras sociedades. Son descendientes de emigrantes procedentes de países con poblaciones mayoritariamente musulmanas, sobre todo marroquíes, en los que se detecta una cierta carencia de acomodo cultural y que perciben que son discriminados por cuestiones raciales, religiosas y son estos desarraigos los que generan una escazes de búsqueda que los grupos islamistas llenan muy perfectamente.
¿QUÉ PAPEL JUEGA LA MUJER EN ESTE CONTEXTO?
El primer convocatoria expreso a las mujeres para movilizarse en la causa yihadista lo hace Estado Islámico y lo hace con un sentido muy claro de conseguir el dominio territorial. Las mujeres son imprescindibles, porque tienen que traer al mundo la ulterior gestación de yihadistas y tienen el rol de educar a esa nueva gestación y ocuparse de la transmisión de la ideología y de las actitudes y comportamientos propios del reunión. Pero adicionalmente de ese papel de superiora y esposa, Estado Islámico vio el potencial de las mujeres como captadoras y agentes de radicalización y sustitución de otras mujeres a la causa y, a medida que van perdiendo hombres en la enfrentamiento incluso las han empoderado a primera sarta de combate.
FRENTE A ESTA AMENAZA ¿HAY OPCIONES PREVENTIVAS?
Antaño hablaba de desarraigos como causa de la incorporación de jóvenes ya nacidos en España o en otros países europeos como principal objetivo de captación de Estado Islámico. Todas las acciones que tengan como objetivo contender contra ese desarraigo y fomentar una anciano cohesión social donde que evite episodios de racismo, islamofobia, discriminación por motivos religiosos, etcétera serán positivas y todo esto tiene que ver con la educación, que es la principal utensilio preventiva que existe.