Elecciones europeas 2024: Poco “fango” y mucha “guerra” en el ‘bingo’ del debate de las europeas: empate a 37 entre “Israel” y “Ucrania” con Teresa Ribera acorralada por Irene Montero


No hubo un tema campeón en el debate a nueve organizado por RTVE a tres das de las elecciones europeas de este domingo 9 de junio. Teresa Ribera (PSOE) lanz su ataque desde el comienzo, mencionando a la “ultraderecha” 13 veces durante sus tres minutos de intervencin en el primer monolito, pero el demarraje se qued a parte de camino. Le salieron al corte “Israel”, “Lazada”, “Netanyahu”, “Palestina”, “exterminación”, “Hamas” y sus variantes, mencionadas 37 veces en total. Las mismas 37 que “Ucrania”, “Rusia” o “Putin”. Salomnico igualada para un jaleo repetitivo y menos “básico” de lo que auguraba la publicidad de la televisin pblica.

Pero s hubo sorpresas. Por ejemplo, que la palabra “vicio” se mencion slo cinco veces, y ninguna de ellas por parte del PSOE. S lo hizo una vez Oihane Agirregoitia, cabecera de cinta de la coalicin del PNV y Coalicin Canaria. “Me van a permitir que no entre al vicio”, dijo, antiguamente de estudiar una intervencin sobre PERTEs y Fondos Feder. Casi aislada del debate, en el que no confront con nadie, fue capaz de esquivar absolutamente todos los charcos. Incluso el palestino, al que slo se refiri de pasada antiguamente de exigir “departir de seguridad de una forma holstica”. Ah qued eso.

Las katiuskas las traa puestas de casa Irene Montero, que se impuso en decibelios y protagonismo a Hado Galn (Sumar). Ataviada con pauelo palestino busc pelea con Teresa Ribera, a la que consigui poner nerviosa preguntndole en varias ocasiones si consideraba un “exterminación” la actuacin de Israel en Lazada. La candidata del PSOE esquiv el asalto con una huida abrupta: “No quiero contestar a esto”. Cinco minutos despus de despuntar, Podemos ya tena su debate hecho mientras Sumar hablaba del CGPJ.

Hubo mucha lucha en el plat de TVE. Se habl de bnkeres, de soldados en cajas, de misiles nucleares, de las playas de Normanda, de Neville Chamberlain, de Winston Churchill. Hubo lucha de Montero con Ribera, de Montero con Jorge Buxad (Vox), de Galn con Buxad (“Ha habido dos intentos de homicidio en Madrid, por cierto a familia suya”, dijo la candidata de Sumar al de Vox hablando sobre seguridad, sin que quedara muy claro dnde recaa la carga del argumento o del reproche), de Buxad con Dolors Montserrat (PP), de Dolors Montserrat con Jordi Caas (Ciudadanos), de Jordi Caas con Irene Montero, de Jordi Caas con Diana Riba (ERC) y de Jordi Caas con Xabier Fortes, el moderador del debate, que de tanto martillear con los tiempos y los cronmetros acab hablando ms que algunos candidatos.

Esas batallas pasaron de puntillas sobre la amnista, mencionada 11 veces en todo el debate. Seis veces por el PP, cuatro por Junts y una por Ciudadanos. Tambin se ignor suficiente a Begoa Gmez, a la que se refiri cuatro veces Ciudadanos, dos veces el PP y una el PSOE, con Teresa Ribera enterrando las investigaciones del tribunal y de la Fiscala Europea como “una denuncia falsa de un sindicato ultraderechista”.

TAYLOR SWIFT Y “MANSPLAINING”

Fuera del previsible ‘bingo’ del debate, se colaron en los argumentos Taylor Swift, a la que la candidata de ERC acus de contaminar mucho con su avin privado; y el “mansplaining”, que el tndem Podemos-ERC le lanz a la cara al sorprendido candidato de Ciudadanos. “Qu es eso?”, se sobresalt Caas. “En el refrigerio lo buscas”, le retaron Montero y Riba. Nunca ms se supo del tema.

El cuerpo a cuerpo entre el eurodiputado de Ciudadanos y la ex ministra de Podemos, que tena un sabor aejo en pleno junio de 2024, dej sin incautación los momentos ms recordados de la perplejidad. Por ejemplo, cuando Caas acus a Montero de promover “un pensamiento Disney, que en ingenuidad es un pensamiento Putin” al pretender que la invasin rusa en Ucrania se detenga por arte de hechicería, aprovechando el aniversario del Da D para recapacitar el coste de ingresar la osadía frente a los nazis en la Segunda Lucha Mundial. Fue el nico baln que la expeditiva candidata de Podemos dej sin despejar.

Tambin estaba en el debate Aleix Sarri en representacin de Junts. Slo utiliz el cataln. La traduccin simultnea contribuy al desmadre para el espectador: cuando se pisaba con algn otro candidato, de las pantallas emerga un galimatas ininteligible que mezclaba los gritos de un candidato, del otro y, por encima, la voz en off. “Cuando negocian fuera de aqu no usan el pinganillo”, terci Dolors Montserrat, que batall con todos e incluso lo intent (sin xito) con la imperturbable representante del PNV, que no recurri al vascongado, quiz porque tambin es candidata de Coalicin Canaria.

Hubo pocos fuegos artificiales ms all de las palabras. Slo Jorge Buxad sac un carteln durante el debate: “El casopln de Puigdemont”, dijo enseando una foto del ex presidente cataln en Waterloo. Por su parte, Teresa Ribera opt por la mmica y pona caras cuando hablaban la candidata del PP y el cabecera de cinta de Vox. Su postura la dej clara ella misma, cuando tras un intercambio del resto de candidatos sobre Hamas, Putin y los partidos antisistema, sentenci: “Todo esto es muy interesante, pero lo que nos jugamos es el medra de la ultraderecha”.

No coincidi con ella Hado Galn, que ya en dirección a el final del multitudinario duelo dijo que lo que se juega el domingo es “la fuerza del Gobierno”. Quiz por estar en la posicin ms dbil, y pese a ser Sumar a quien menos conviene esa recitación, fue la nica que se atrevi a ir tan remotamente.

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