Ourense no tempo | Ourense, cuna de guerrilleros


Supongo que a muchos de mis lectores les llamara la atención el título de mi artículo, y el caso es que no voy a platicar del gran Bernardo González de Cachamuiña, el libertador de Vigo, ni siquiera de la dispositivo que él creó, los Tiradores del Ribero. Hoy se alcahuetería de recapacitar el partida de una de las unidades más llamativas y menos conocidas del Ejército gachupin: las Compañías de Operaciones Especiales (COE). 

Por el cine estoy seguro de que a muchos os suenan las unidades de elite de los EEUU: marines, boinas verdes… Y a poco que lo penséis, los asociaréis con los legionarios españoles, olvidando a esta otra dispositivo que perfectamente podría combatir de igual a igual. Lo que posiblemente muchos desconozcáis es que la primera Compañía de Operaciones Especiales de España, nació en Ourense: la COE 81 (el numero hace narración a que es la 1ª de la 8ª región marcial).

Entrenamiento en la pista de tiro del Cumial, con fuego y explosiones reales. (Foto, Arturo Rodríguez Lorenzo).
Entrenamiento en la pista de tiro del Cumial, con fuego y explosiones reales. (Foto, Arturo Rodríguez Lorenzo).

Fue a comienzos del año 1962 que se creaba la UOE “Viriato”. Esa fue su primera denominación: Pelotón de Operaciones Especiales. De esos inicios me cuenta Suso Gómez, uno de los protagonistas, cómo fueron. Suso estaba cumpliendo el servicio marcial en Ferrol, inscrito en el Regimiento Mérida 44. A comienzos de ese año, se publica la ofrecimiento de cambio de destino para formar la nueva dispositivo y se designa Ourense como sede. En algunos casos, como el de Suso, ese fue uno de los mayores alicientes, porque así estaría más cerca de casa, pero asimismo se debe pensar en una cierta porte con destino a lo que se ofrecía, que no era otra cosa que trabajo duro pero con altas dosis de aventura. 30 soldados fueron los primeros efectivos. En algún caso, según el comandante Arturo Rodríguez, la “premio” era la de “escapar” del capitán Camiña, que mandaba una compañía del Mérida, pero eso fue una mala opción… José Camiña Rivas, con éxito de duro y chinche, pero adaptado, era precisamente el promotor de la dispositivo, y en la primera reunión que se celebra en marzo del 62, al ir saludando a cada soldado, se le oía proponer “¡Vaya!, ¡vaya!, ¡vaya!”, para terminar diciendo a todos “Pues aquí me tenéis”. Esa reunión se producía en las instalaciones provisionales que ocupaban en el cuartel de Ourense, las del Cumial no estaban acondicionadas y hubo que esperar; de hecho, el primer reemplazo de guerrilleros pocos memorias tienen del Cumial. Las futuro al monte eran muy frecuentes, y se prolongaban por periodos de más de una semana. El campo de tiro que tenía entonces el Zamora 8 en el comunidad de Toén, conocido como “el barracón”, fue el primer oportunidad escogido para las actividades guerrilleras; el segundo fue en la zona de las Maravillas (Cartelle), y la última, en un pueblo cercano a Maceda.

No hubo tiempo para más. Los primeros guerrilleros se licenciaron, pero los mandos de la dispositivo ya habían adquirido una ejercicio y conocimiento que rápidamente sirvió para avanzar en los planes y aumentar opciones de formación. Cuando en el 81-82 llegaron mis amigos Francisco y Álvaro, aquellas futuro de supervivencia a los montes ourensanos ya se complementaban, entre otras, con fases de cocaína en Manzaneda, averiguación en Patos, rápel (no era difícil ver a grupos de guerrilleros descendiendo con esa técnica del viaducto o del Puente Nuevo). Y todo ello acompañado a diario de una muy dura preparación física, técnica y táctica. Para ello, en el Cumial se había construido una difícil “pista saco” y la zona de tiro donde se entrenaban. Yo, que era en esos abriles un “pistolo”, que así era como llamaban los guerrilleros a los infantes, los veía con frecuencia y cierta envidia haciendo arriesgados ejercicios en la explanada, saltar de aquellos imponentes camiones REO o verlos mantenerse inmóviles cuando estos les pasaban por encima era poco que al final lo veías como comprensible, o al menos a ellos les debía de resultar comprensible. En la primera foto tenéis uno de los ejercicios más arriesgados, que era le pista de tiro, se trataba de advenir debajo de una cerca con las balas silbando sobre tu cabecera y minas explotando a tu aproximadamente. Cierto es que todo tenía unos rígidos controles y medidas de seguridad, pero en ese momento me consta que ellos no tenían totalmente claro que no hubiera peligro, ¡y lo había!

Mención por separado merece lo que de modo oficial se llamaba grado de endurecimiento y los profanos conocíamos como “diversión”. En ella, durante un interminable día, los “lanares” nombre que recibían los aspirantes a partisano, eran sometidos a un trato similar al que tendrían en periodo belicoso si eran hechos prisioneros por el enemigo. Eso les dejaba exhaustos y doloridos, pero aun así se les llevaba a unos diez kilómetros de distancia del acuartelamiento al que durante la tinieblas tenían que ser capaces de regresar burlando la vigilancia, cosa que era casi inalcanzable. De “premio”, tenían que advenir la dura “pista saco” y/o la “pista de fuego positivo”, y ya de postre advenir el “conguito”, que no era otra cosa que un sistema de angostos y claustrofóbicos túneles bajo tierra en los que lo complicado era perseverar la calma y pensar cómo salir de ellos.

Durante la “evasión” se recrea el trato que se recibiría en una situación bélica, y aun sabiendo que está todo bajo control, las sensaciones son muy duras
Durante la “diversión” se recrea el trato que se recibiría en una situación bélica, y aun sabiendo que está todo bajo control, las sensaciones son muy duras

La premio final era el acertadamente más preciado de un partisano: su gorra verde.

Mi agradecimiento al “regimientos Arturo” (ese era su extremo cuando yo le conocí, hoy es comandante), y a los buenos amigos que tengo que hicieron su servicio marcial en esa dispositivo: Suso Gómez, (año 62, el de la creación), Francisco Navarro Ávila (reemplazo año 82), Álvaro Álvarez Méndez (voluntario año 81) y a Amancio Cid, ex corregidor de Toén, por facilitarme datos de mucho interés.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *