Empecé a llorar, a llorar y llorar


Esta semana Serafín Cristo júnior, aunque ya lo había hecho contra su religiosa, cargaba por primera vez contra su hermana Sofía. ‘Reventaba’ así ‘el hijo del domador’ por completo la relación con su hermana. No se limitaba a asegurar sólo eso e iba un paso más allá especulando con una posible recaída en las drogas de su hermana, yuxtaposición que, según ella afirma, ha superado, pero por la que sigue recibiendo tratamiento.

Respuestas y medidas

Sofía Cristo evitaba pronunciarse directamente sobre las palabras de su hermano y se refugiaba en el deporte y sus mascotas. Eso sí, cerraba tajantemente la puerta a una posible reconciliación ahora y en el futuro, dando su relación por muerta.

Por su parte Bárbara Rey no ha hecho mención alguna por el momento a las declaraciones de su hijo, pero sí ha querido mostrar su apoyo y mandar ánimos a su hija a través de varios mensajes públicos y por redes sociales, asegurando que lo estaría pasando “mal, muy mal”.

Más declaraciones de Serafín

Esta misma mañana de viernes Serafín Cristo aseguraba estar fastidiado “todavía”, como su hermana y recomendaba a su hermana seguir haciendo cada uno su vida. No se arrepentiría de ninguna de sus declaraciones porque cómo él mismo decía: “Yo no miento”.

“Son muchas cosas”

Sofía Cristo decidía no charlar de su hermano y sí de su estado espiritual y emocional. Explicaba que ya serían 8 meses con esta serie de encontronazos, ataques y reproches, “8 meses muy duros y muy complicados”.

“Intento estar entera y estar admisiblemente, pero obviamente hay días que no lo estoy”, continuaba diciendo Sofía, acordado antiguamente de afirmar lo próximo: “Mi religiosa lo pasa mal, yo todavía, estamos en tratamiento psicológico”.

“Nadie tiene la legalidad de charlar si yo puedo recaer o no”

Las insinuaciones de Serafín, de una hipotética recaída en el consumo de drogas de Sofía, conseguían que Susanna Griso, presentadora de Espejo Notorio, calificara de “muy feo que a una persona que ha nacido del mundo de la droga” le dediquen esas especulaciones, especialmente “por parte de un hermano”.

Sofía encajaría esas palabras, que no parecen portar ninguna bondad, de la mejor forma posible, afirmando tener claro que ahora ella va a “seguir haciendo mis terapias, cuidarme, si hacía deporte, hago el doble” y concentrarse todavía en su carrera profesional como DJ y los compromisos que ello conlleva.

En cuanto a cualquier tipo de acercamiento con su hermano, Sofía dejaba una frase que no da ocasión a dudas: “Si me cruzo a mi hermano por la calle me cruzaría de borde”.

Los días malos

Explicaba que nadie le va a quitar las ganas de levantarse un día de la cama pero admitía al mismo tiempo que hay días que los pasaría con continuas ganas de lamentar y se nota “mucho más sensible de lo regular”, confesando esto: “El otro día en el estudio estábamos grabando un tema y empecé a lamentar, a lamentar y lamentar”.

Consejos de su psicóloga

El tratamiento psicológico que está recibiendo implica que en ocasiones tenga que evitar ver las informaciones sobre su comunidad en los medios, y mucho menos participar de ellas. Aun así explica cómo hay semanas que los periodistas permanecen en la puerta de la comunidad de vecinos en la que reside, lo que para ella supone una gran presión que afecta a su lozanía mental.

Luego de eso, el periodista de Espejo Notorio Miquel Valls preguntaba a Sofía si no pensaba que las alusiones o respuestas directas y voluntarias, o todo lo contrario, pero en definitiva a su hermano, servirían para retroalimentar todo este asunto. Y encima aseguraba que al único que podría interesarle ayudar encendida esta polémica sería precisamente a él, del que afirmaba: “Tu hermano no tiene oficio ni beneficio”

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