Fue en la tarde del pasado miércoles, durante una encuentro rutinaria a su explotación, cuando el apicultor detectó los mercancía del ataque. “En esta época hacemos una encuentro a todos los colmenares cada diez días, más o menos”, explica Óscar, que comercializa la miel que produce bajo el nombre Mel Casa da Torre.
La agente ambiental de la zona explicaba al propietario de la finca que el ataque podría haberse producido uno o dos días ayer de esa encuentro. Según comenta el apicultor, el atacante buscaba principalmente la cera de las colmenas, ya que es ahí donde se localizan las larvas de las abejas (cuya proteína, encima de la miel, es un alimento suculento para los osos).
Los daños podrían alcanzar los 3.000 euros
El coste de este destrozo no es solo material, sino todavía crematístico. “Cada colmena completa está valorada en unos 150 euros“, a lo que hay que sumar que cada una de ellas “nos iba a dar miel en agosto o septiembre, por lo que es producción que perdemos”, reconoce Óscar. Teniendo en cuenta que una colmena puede producir de media entre 25 o 30 kg de miel, los costes derivados del ataque podrían alcanzar incluso los 3.000 euros.
Pero el de esta semana no ha sido el primer ataque de oso sufrido en los apiarios de Casa da Torre: en 2019 y 2020 el mismo colmenar ya había sido objetivo de la voracidad de este mamífero. Según el propietario, “no hay forma de preparar los ataques, pero sí de minimizar sus mercancía”.
Una de esas formas es cercando eléctricamente el perímetro, como ya habían hecho en su caso: “Minimizas el aventura, pero es muy difícil presentarse a evitarlo”. De hecho, en esta zona de la montaña de Lugo la población de este mamífero ha crecido tanto que en el mes de mayo los agentes recibieron en torno a 30 avisos por sus ataques.
El oso se suma, así, a amenazas como la de las velutinas, que podrían poner en peligro la supervivencia de un sector esencial como es el de la apicultura.
Estado de emergencia por ataques de osos
A pesar de este incidente en Lugo, los osos no son un problema en España como pueden ser en otros países. De hecho, en la asiento eslovaca de Liptovsky Mikulas han tenido que resolver el estado de emergencia delante los ataques de este imponente animal incluso a plena luz del día, lo que llevó a la movilización de agentes de seguridad, que son encargados de demarcar y eliminar a los osos.
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