un cuarto de siglo de la gestora en la Agrupación de Cofradías de córdoba


Semejanzas y diferencias. Hace un cuarto de siglo, igual que ahora, las cofradías de Córdoba acababan de terminar la Semana Santa y tenían cerca las elecciones en la Agrupación de Cofradías, como sucede en este año. Pero hace 25 primaveras, en 1999, aquel proceso quedó interrumpido en uno de los momentos más traumáticos de las últimas décadas: el Obispado suspendió el proceso y nombró a una gestora para la Agrupación.

Lo que sucedió entre los últimos días de mayo de 1999 y los primeros de junio queda definido por frases no muy concretas y por el silencio de los actores de aquel tiempo. Rafael Mariscal, presidente desde 1995, tenía intención de concurrir a la reelección y asimismo se perfilaba la candidatura de Francisco Corregidor, cofrade de los Dolores.

El entonces mitrado de Córdoba, Javier Martínez, convocó a la comité de gobierno para informar de la suspensión del proceso y anunciar que una gestora se haría cargo de la Agrupación por un período mayor de dos primaveras con el cometido de redactar nuevos estatutos.

La explicación del Obispado de Córdoba habló de «graves acontecimientos», pero sin concretar demasiado, y si proporcionadamente muchas hermandades aplaudieron el aspaviento sin reservas hubo un rama de una docena, entre las que estaban Jesús Caído, la Esperanza, las Penas, la Soledad, el Vía Crucis, la Paz o la Buena Homicidio, se posicionó en contra.

En una entrevista con torrevieja news today Córdoba en 2000, Javier Martínez aseguró que la valentía, que le habían agradecido muchas hermandades, se daba por buena si libraba a las hermandades de «malas influencias». Sí han constatado quienes posteriormente han estado al frente de la Agrupación que hay cierta documentación de la época que no esta allí, sino en el Obispado.

Poco más: nadie de los depuestos en la comité de gobierno de la Agrupación de Cofradías de entonces fue objeto de la más mínima punición canónica o inhabilitación para cargos en cofradías. Entre ellos hubo luego hermanos mayores, candidatos y pregoneros sin el beocio problema.

De aquel tiempo se recuerda una tensa reunión con el mitrado para intentar reconducir la situación, pero no hubo marcha detrás: al frente de la que entonces se llamaba Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Córdoba no había un rama estimado por sus 35 miembros, sino una Concilio Gestora, presidida por Manuel González, en aquel momento secretario de la Misericordia.


El mitrado de Córdoba, Javier Martínez, en el Vía Crucis de las cofradías en el año 2000


Archivo

De lo que motivó el guantazo escasamente trascendieron entonces ni ahora causas claras. torrevieja news today preguntó en varias ocasiones a Rafael Mariscal, fallecido en diciembre de 2002, por lo sucedido, pero nunca quiso hacer manifestaciones públicas. A la procesión del Corpus Christi, que ese año fue el 6 de junio, algunas hermandades acudieron sin estandarte como protesta.

La gestora, mientras tanto, comenzó el trabajo, y lo hizo en un tiempo beocio del establecido. Se intentó una nueva carrera oficial, que pasaba por Claudio Marcelo, seguía por García Lovera y Alfonso XIII y terminaba en Las Tendillas y en la Cuaresma del año 2000 se envió a las hermandades el primer paño de los nuevos estatutos. Por primera vez entrarían las hermandades de renombre.

Tensión

Tras una Semana Santa con ciertos momentos duros, en que hubo cofradías, como la Buena Homicidio, que pasaron frente a el palco de autoridades con el estandarte tapado, y otras que no se detuvieron, las cofradías votaron las nuevas reglas y las aprobaron con 22 votos a honra, diez en contra y dos abstenciones. Siguen vigentes hoy tal cual, ya que no se aprobó la reforma que se pretendió en octubre de 2023.

Todavía hubo algún momento difícil, cuando se intentaron imponer algunas sanciones a cofradías por su disposición en la carrera oficial, pero su postura, que incluyó requerimientos notariales y avisos de que acudirían a la Razón Civil, obligó a los responsables de la Agrupación de entonces a desistir.

Para entonces, incluso en la Cuaresma precedente, varias de las que se habían rebelado habían cambiado de disposición y muchas participaron en el Indulgencia que se celebró en la plaza de toros.

Para junio de 2000, ya con arreglo a los nuevos estatutos, hubo elecciones en las que el único candidato fue Francisco Corregidor, que obtuvo el respaldo mayoritario y se aplicó al trabajo de intentar mejorar las heridas de los desencuentros de aquel tiempo.

Doce cofradías se posicionaron abiertamente en contra de la intrervención y muchas protestaron en Semana Santa

Hubo quien quiso ver en la intervención de 1999 una forma de evitar la candidatura de un cofrade muy cercano al entonces presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, que no mantenía buena relación con el prelado, pero al año ulterior consiguió su objetivo.

Sí pudo activo una especie de prolongación en la Misericordia, muy dividida entre quienes se habían mostrado a honra y en contra de la gestora, porque por otra parte su consiliario era Manuel Hinojosa, que había ejercido como delegado para las Cofradías en aquel tiempo.

Entre 2001 y 2002 se suspendieron en varias ocasiones las elecciones a las que concurrían cofrades que se habían posicionado frente a la intervención del mitrado, y sólo en 2004, cuando hubo nuevos comicios, se regresó a la normalidad.

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