En él, afea al PP por los primeros traslados a Cataluña y le responsabiliza del inicio del ‘proces’ al tiempo que contrasta los “frutos evidentes” del “camino del diálogo” de Sánchez
El PSOE ha lanzado su propia ofensiva institucional para intentar neutralizar la estrategia del PP de llevar iniciativas a todos los ayuntamientos y parlamentos regionales contra la tramitación de una hipotética Ley de Amnistía para los condenados y procesados por el referéndum ilegal de independencia de 2017. En la justificación de la suya, que se titula “moción de convivencia en Cataluña”, el partido de Pedro Sánchez se remonta incluso al “Pujol, enano, habla español” con el que “alegó” la victoria electoral José María Aznar en 1996.
“Semanas después, el entonces líder popular empezó a hablar catalán en privado tras la firma del Acuerdos majestuosos “lo que supuso el traspaso de copiosos poderes a la Generalitat”, señalan los socialistas en su exposición de motivos, en alusión al pacto que alcanzaron con CiU a cambio de apoyo a su investidura. “Para la derecha política y mediática, éste era un pacto por la gobernabilidad elogiado por tierra, mar y aire, algo inédito si tenemos en cuenta que, tres años antes, cuando Felipe González llegó a un acuerdo con Jordi Pujol para formar Gobierno, esos mismos derechos le acusaron de humillarse y comprometer los intereses de España para seguir en el poder”, añaden.
En la moción, el PSOE detalla las concesiones que hizo Aznar en esa legislatura, entre las que citan el traspaso de competencias de tráfico, la eliminación de gobernadores civiles, la cesión del 30% del IRPF, el traspaso del Inem y el empleo activo y, sobre todo, los indultos a 16 miembros del grupo terrorista Terra Lliure. A lo que se añade con un lenguaje propio del argumento de un partido político más que de una iniciativa institucional: “Blanco y embotellado. Si el PP lo acepta, es responsabilidad del Estado; si lo hace el PSOE, entonces España está “Está roto mientras permanezca en el poder”.
El texto también hace referencia a la tramitación del nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña y a la “tensión” a la que Mariano Rajoy “sometió” las relaciones entre esta comunidad y el resto de España en la que sitúa el “inicio de la proceso “Eso ha producido tanto enfrentamiento y división” y que desembocó en el 1-O. Éste, añaden, es el “triste balance de la rígida actuación” del partido de la calle Génova, al que acusa de estar “cautivo de su actitud frenteista contra algunos”. territorios, motivado por el espurio deseo de obtener mejores resultados electorales en otras zonas de España.
Por el contrario, los socialistas afirman que tras la moción de censura de 2018 que llevó a Sánchez a La Moncloa se inició un “camino de diálogo” que implicó “decisiones difíciles, como los indultos parciales a líderes independentistas”, pero que, sostienen, han repercutido “frutos evidentes” hasta el punto de que la situación “es mucho mejor hoy que en 2017”. Con este argumento, en su moción instan “al nuevo Gobierno de España a seguir haciendo del diálogo, dentro del marco constitucional, la herramienta para mejorar la convivencia entre los catalanes y entre ellos y el resto de España”.