La resaca ha sido dulce en la sede del Partido Popular, donde este lunes se ha reunido el comité de dirección para analizar unos resultados de las elecciones europeas que volvieron a darle la conquista y que aumentan la distancia con el PSOE. Casi seis millones de votos -700.000 más que los socialistas- que les catapultan en el Parlamento Europeo y que legitiman a la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo para exigir a Pedro Sánchez que se marche y convoque elecciones generales.
«No estamos solo frente a un fin de tiempo. En presencia de una tiempo agotada. Estamos frente a un fin de ciclo en el que la política que proyecta el Gobierno no sirve y hay una alternativa que se abre paso en toda España. El tiempo del PSOE se ha terminado y el de Pedro Sánchez todavía. La salida de Sánchez se está cocinando a fuego premioso y aunque se resista, caerá. Hoy sigue imputada su esposa y sigue siendo inmoral lo que hizo su esposa con conocimiento de Sánchez», reconocía este lunes Borja Sémper, portavoz del PP.
En su movimiento, el popular hacía repaso a los datos que arrojaba el cómputo. Un crecimiento de un millón y medio de votos, nueve escaños y una diferencia de cuatro puntos con el PSOE que no hizo que los socialistas asumieran su derrota, al contrario.
«En el Comité de Dirección nos hemos mostrado sorprendidos y contentos porque el PSOE celebre una derrota. El PSOE ahora aspira a perder por poco y ha perdido por mucho. A Sánchez la habría encantado tener el resultado del PP», resumía el portavoz, quien no entendía la yerro de autocrítica de la izquierda tras poseer perdido apoyo de guisa clara en las urnas. «Sánchez ha perdido el plebiscito que planteó utilizando incluso a su mujer durante la campaña electoral. Se ha especializado en expulsar al voto moderado y Feijóo en recogerlo», señalaba Sémper en relato al crecimiento de los populares, que han ensanchado su espacio al aglutinar el voto huérfano de Ciudadanos, pero no solo eso. Porque los populares han vacada en 15 de 19 comunidades autónomas y en casi todas las provincias. «El que tiene que hacer una advertencia es Pedro Sánchez», expuso Sémper exhibiendo un carta de España teñido de celeste casi en su totalidad.
En ese sentido, el portavoz del PP hizo relato a la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario normal del PSOE tras perder unas elecciones europeas por un punto menos de lo que lo ha hecho Sánchez ahora. «Hoy hay fuegos de artificio para disipar la sinceridad. Ya está admisiblemente de este ciclo político que es tóxico. Pero Sánchez solo tomará decisiones en función de sus intereses. No de los del partido o de los españoles. De los suyos propios».
Sémper no quiso entrar a valorar la posibilidad de promover una moción de censura contra el presidente. Fuentes del PP entienden que la afición de Sánchez es tan vasto que terminará cayendo al no poder sacar delante los Presupuestos ni leyes de calado.
En ese sentido, siquiera se refirió de guisa expresa a la relación del PP con la nueva fuerza política, Se Acabó la Fiesta (SALF), y señaló que su entrada con fuerza se debe al aliento que el propio Sánchez hizo durante la campaña. «Quien más ha mencionado a esta formación política es Sánchez. 15 veces. Quien ha trabajado más para que SAF entre en el Parlamento Europeo es Sánchez. ¿Cuándo lo mencionó quince veces quería aplacarlo o promocionarlo? En cualquier caso, es una aniquilamiento electoral que se juega en una parte del tablero político que no nos afecta. Es una batalla entre Vox y SAF. Nosotros seguimos creciendo por el centro. Para frenar a opciones extremistas hace yerro más PP», señaló.