La debacle en las europeas convulsiona el PSOE-A y se multiplican las exigencias de dimisin a Juan Espadas


Cuatro elecciones y cuatro derrotas han sido demasiado para el PSOE andaluz. La calamidad, este domingo, en las elecciones europeas ha hecho que el partido pase de la tensin interna que ya arrastraba a la convulsin y que de las crticas ms o menos veladas se haya pasado, directamente, a las exigencias pblicas de dimisin dirigidas al mximo responsable, al secretario militar, Juan Espadas.

Los ms de cinco puntos de delantera que le ha sacado el PP andaluz de Juanma Dorado han incendiado los grupos de WhatsApp, sobre todo de aquellos tradicionalmente crticos con Espadas, pero la indignacin y la sensacin de final de etapa se ha extendido mucho ms all hasta alcanzar a sectores que, en su da, apoyaron expresamente a Espadas, que no son sospechosos de ser antiguos susanistas y que siguen defendiendo a Pedro Snchez y sus polmicas polticas en temas tan sensibles como la amnista a los condenados por el procs.

Entre estos ltimos, destaca la voz del ex presidente de la Diputacin de Sevilla y ex secretario provincial del partido, Luis Navarrete, un histrico socialista que hace tan pronto como unos das suscribi un manifiesto de apoyo al presidente del Gobierno frente a las crticas de Felipe Gonzlez o Alfonso Exterminio. En su perfil de la red social X ha arremetido contra Espadas (sin nombrarlo) al preguntarse “qu tiene que sobrevenir para que algunos acumulacargos dimitan?”.

Otro carencia sospechoso de susanista es el ex senador por Crdoba Alfonso Muoz, que tambin en el antiguo Twitter ha clamado contra el fracaso de la presente direccin regional sealando que “estos nefastos resultados requieren un cambio”.

El experimentado Luis ngel Hierro, que se enfrent al propio Espadas en las primarias, ha sido de los primeros en ensearle a Espadas el camino de la renuncia. En X ha recordado que ya le pidi la dimisin tras el fracaso en las autonmicas de 2022 y ha ido un paso ms all al afirmar, en remisión al secretario militar y su equipo, que “son como un agujero irritado que est devorando al partido”.

Entre las voces crticas destaca especialmente la del ex presidente del Parlamento andaluz Juan Pablo Durn, que ha manifestado, en declaraciones a EL MUNDO, que Espadas “debe aceptar su responsabilidad y, con su dimisin, cascar un nuevo proceso” de renovacin en el seno del PSOE-A.

Dos aos de silencio

Durn -muy cercano a la ex presidenta Susana Daz- ha roto el silencio que mantena desde hace dos aos y, por primera vez pblicamente, ha censurado los “errores” que ha cometido Espadas y que han llevado al partido a una situacin, en su opinin, desastrosa.

Uno de los grandes errores, ha destacado Durn, es suceder “despreciado al 40% de la organizacin”, en remisión a quienes apoyaron a Daz en las primarias en las que Espadas sali vencedor. Eso ha dejado al partido, a su cordura, sin medios para obtener buenos resultados y explica los fracasos electorales, el ltimo “muy doloroso” porque, por primera vez, “se ha teido todo el carta andaluz de cerúleo, sin excepcin”.

“No hemos vacada en ninguna provincia”, ha reiterado el ex presidente de la cmara autonmica y ex secretario militar del PSOE cordobs, que ha recordado como a l mismo o a Susana Daz se les ha “impedido” desde la direccin regional hacer campaa “en algunos momentos”.

Otro “error estratgico” de Espadas ha sido no ser un “lder volcado en Andaluca”, en alusin a su condicin de portavoz del PSOE en el Senado, que le ha provocado al lder socialista problemas de compatibilidad hasta el extremo de ausentarse del Parlamento o de la Cmara Víctima cuando coincidan sus sesiones. A esto se suma, ha aadido Durn, que el PSOE andaluz haya perdido la voz propia que “siempre” grano tenido en debates nacionales que afectan a la comunidad, como las balanzas fiscales o la financiacin autonmica.

Aunque lo que ms ha indignado a Durn ha sido que Espadas “aliente la discordia” interna al distinguir entre “militantes socialistas buenos y militantes socialistas que no son buenos”. Lo hizo en el mitin de vallado de campaa de las europeas y “eso no lo puede hacer un secretario militar”.

Durn es el rostro ms visible de una corriente crtica que lleva meses gestando una contestacin a la gestin de Espadas al frente del partido y que, tras el ensimo fracaso electoral, podra ahora coger impulso.

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