Agentes de la Policía Doméstico han interceptado un pesquero en aguas próximas a Canarias que transportaba 2,7 toneladas de cocaína. La operación Atunero ha permitido el derivación de esta embarcación, de pabellón venezolano, que había zarpado desde el país sudamericano con rumbo a las costas españolas.
En esta operación han sido detenidos los diez tripulantes del buque pertenecientes a un cartel venezolano dedicado al tráfico de cocaína.
La operación se inició a principios del año 2024 cuando agentes de la Policía Doméstico, en colaboración con la DEA de Estados Unidos, comenzaron a investigar una ordenamiento criminal radicada en Venezuela, que enviaba importantes cantidades de cocaína mediante embarcaciones pesqueras. Durante las investigaciones se supo que un barco pesquero de pabellón venezolano iba a zarpar desde ese país con rumbo a las costas españolas.
Los investigadores confirmaron que el pesquero había realizado una carga de tres toneladas de sustancia droga y gracias a los mecanismos de coordinación y de intervención internacionales, la Policía Doméstico y la DEA realizaron un seguimiento de la embarcación.
La ordenamiento supo que habían sido preparadas lanchas rápidas para montar al área de disputa del pesquero, a unas 250 millas náuticas de Tenerife, y transportar la droga a tierra, pero la embarcación nodriza tuvo problemas logísticos y no pudo montar al disputa.
Sus tripulantes que necesitaban retornar para repararla y reponer avituallamiento para retornar en 8 o 10 días, por lo que los agentes de la Policía Doméstico solicitaron la colaboración de las autoridades francesas para la interceptación del pesquero, que finalmente abordaron en un operante conjunto.
La droga iba distribuida en 80 fardos con un peso de 2.700 kilos de cocaína.