El portavoz de las monjas de Belorado confirma que no han entregado las llaves del convento


Las monjas cismáticas de Belorado siguen en el convento de la entrada burgalesa, en su poder continúan las llaves del cenobio y no tienen intención de entregarlas. Así lo ha asegurado este martes José Ceacero, ataviado de cura y quien hace las veces de portavoz de las religiosas de clausura más mediáticas desde que el pasado 13 de mayo se conociese su portazo a la Iglesia.

«Si no me las han entregado ni a mí, que las he tenido que pedir para poder desplegar, se las va a entregar al manager de no se quién», ha respondido con desdén en presencia de la pregunta de si las clarisas habían cumplido con esa parte de lo necesario desde el arzobispado de Burgos en las comunicaciones remitidas en la tarde del pasado jueves y de las que una notaria hizo entrega evidente. Tenían hasta las 00.00 de este martes, pero cumplido el plazo, las monjas no están dispuestas a dar su mecenas a torcer, ha abonado Ceacero, ironizando incluso con que él está «secuestrado» en el convento porque no tiene llaves con que desplegar y cerrar las puertas y salir a cuchichear a los medios en presencia de los que le gusta prodigarse.

Y la resolución del conflicto no tiene visos de plazo pronta en el calendario, pues, según lo abonado por Ceacero, «esto lo va a solucionar un árbitro en el ámbito civil». Carencia, por consiguiente, del Derecho Canónico, al que apela la Iglesia, pues defienden que «no» está «por encima» del civil.

Encima, ha confirmado que sigue delante las denuncia interpuesta por las monjas por «exageración de poder y usurpación de la representación» contra el metropolitano de Burgos, Mario Iceta, quien ya excomulgó al espurio prelado Pablo de Rojas cuando estaba el frente de a diócesis de Bilbao y a quien dirigen ahora las principales críticas. «Lo que no puede hacer el señor Iceta es quedarse con el fortuna de las monjas. Eso sí sí un crimen», ha espetado Ceacero a las puertas del convento de Belorado, en el que ya lleva un mes.

De hecho, Pablo de Rojas y José Ceacero siguen en el interior del convento de Belorado como «asistentes espirituales» y prestando «apoyo íntegro» a la quincena de monjas, ha subrayado, pese a que además en lo mandatado desde el arzobispado burgalés figura que uno y otro deben abandonar el cenobio de clausura.

Encima, esquivando y desviando las preguntas que no le interesaban, sí ha confirmado que «ninguna» novedad hay en la valor de las religiosas de ceder la Iglesia Conciliar, esto es, la posterior al Concilio Vaticano II, de la que además reniega la Pía Unión de San Pablo Propagador encabezada Pablo de Rojas, acompañado por Ceacero.

«No piensan irse»

En las comunicaciones remitidas desde el arzobispado de Burgos el pasado jueves, además el plazo de diez días para ratificarse o retractarse de su posición contraria a la Iglesia católica, lo que pone como plazo tome el domingo 16 de junio. Y aunque Ceacero ya ha venido a proponer que más allá de que las religiosas serán «cinco días más viejas» que este martes, «no sé que más cambio habrá»: «Hasta donde yo sé no piensan ir a ningún sitio». «El tribunal cura no funciona los domingo», ha apostillado.

A lo que no ha entrado siquiera es a la hipoteca que suscribieron sobre el convento para conseguir 720.000 euros. «Yo no gobierno a las monjas» y serán ellas las que «tendrá que proponer» cualquier cosa al respecto.

Y con este martes como una plazo marcada especialmente en el calendario de este caso, las monjas han vuelto a nombrar a la Custodia Civil en presencia de el intento de algunos medios de cincelar en el interior del convento.

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