El Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense, con competencia en delitos de violencia de género, impuso 22 días de trabajo en beneficio de la comunidad así como seis meses de separación y prohibición de comunicación con el perjudicado. En caso de infracción, sumaría otro delito y podría ir a prisión. El acusado amenazó con suicidarse si su expareja no retomaba su relación sentimental con él, provocando ansiedad en la víctima.
El imputado admitió los hechos, lo que permitió al juez dictar sentencia en consecuencia. Pero antes del percance en la guardería municipal, presuntamente cometió otros delitos que pasaron a la Instrucción 1, juzgado de turno cuando ocurrieron las infracciones penales.
En este órgano judicial es investigado por delitos de daño (a las puertas del recinto municipal), agresión (presuntamente arrojó una botella a los agentes y los agredió a puñetazos) y conducción temeraria, con riesgo de ser atropellado en el casco urbano de Allariz, según informó la Guardia Civil con motivo de su detención. El juez lo dejó en libertad, pero por ahora debe hacer apariciones semanales.
El investigado, antes de ser puesto a disposición judicial, fue trasladado al Complejo Hospitalario de Ourense (CHUO) para una valoración médica dada su conducta agresiva.