Trabajadores del Rexistro del Concello, en la Praza Maior, han dicho pespunte y muestran su “hartazgo” por los ruidos insoportables que sufren cada día en las oficinas, tanto ellos como los vecinos que acuden que les impide realizar su trabajo. El Concello inició a finales de mayo obras de reparación del pavimento al flanco de la oficina, lo que ha generado grandes problemas y causa indignación. “Es una vergüenza y nos han despreciado, nadie nos quiere escuchar”, lamentan. Para más inri, el Concello se ha ceñido a entregarles unos tapones para los oídos, lo cual, confiesan, les parece “una tomadura de pelo”. Aseguran que tienen previsto clamar a un fedatario para que dé fe de las condiciones insalubres con las que el Concello mantiene el centro de relato de atención al manifiesto de la ciudad. “Les propusimos cambiar temporalmente de sede y mínimo”, lamentan.