Desde un antiguo molino, en Finlandia, un super ordenador crea réplicas del planeta Tierra. Se simulan y predicen fenómenos complejos que afectan a la agricultura, la silvicultura, las energías renovables o el agua. La idea es tomar decisiones para adaptarse a un mundo cada vez más cálido. Así suministran información a los sectores más afectados por el cambio climático.
Se podrá predecir, por ejemplo, cómo una tormenta afectará a la producción eléctrica o cómo habría que adaptar la infraestructura restringido en las ciudades en un decorado de calentamiento de 2 ºC.
De esa forma, permitirá afinar las predicciones hasta 2040 . Los dos primeros “botones” de la Tierra ofrecen una resolución de 9 kilómetros cuadrados, que irá mejorando hasta los 4,4, kilómetros o incluso más.
“Nos permite hacer ‘teleobjetivo’ desde fuera hasta nuestro planeta”, asegura la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Digitalización, Margrethe Vestager. “Tiene un extraordinario potencial” e invita a pensar que “el futuro es mucho más sobresaliente que el pasado”. Vestager apasionamiento a utilizar esta utensilio para cumplir la promesa de perdurar las temperaturas por debajo de 1,5 ºC a final de siglo.
Predecir mejor los impactos socieconómicos de la crisis climática
El sistema se nutre de la tecnología comunitaria en supercomputación, datos e inteligencia químico. Esto permite predecir mejor los impactos socieconómicos de la crisis climática. Y adicionalmente representa una desafío europea por la computación avanzadilla. Y así se podrán realizar simulaciones del sistema terráqueo mucho precisas, interactivas y dinámicas. Con los datos obtenidos se podrán anticipar los impactos del cambio climático, los peligros naturales, los ecosistemas marinos o los espacios urbanos.
Esto permitirá “proteger la biodiversidad, tramitar el agua, los posibles de energía renovable o alimentarios, y mitigar los riesgos de desastres en un mundo cambiante”, indica la Comisión Europea.
‘Destino la Tierra’
El plan, aguado ‘Destino la Tierra’ está diseñado para investigadores, científicos y responsables políticos. Permitirá explorar cómo evolucionará el sistema terráqueo bajo diferentes escenarios. “Para memorizar qué pasaría si.. durante varias décadas”, aseguran en la Comisión Europea.
Todo el mundo puede usarlo, pero en distintos niveles. Ciertas aplicaciones están reservadas a centros de investigación y entidades públicas porque implican un enorme consumo de posibles de computación.
El plan tiene un presupuesto de 210 millones de euros de fondos comunitarios, a los que se sumarán otros 168 millones interiormente de dos abriles, para que siga creciendo y perfeccionándose.
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