El corregidor de Córdoba, el popular José María Bellido, y el concejal de Urbanística, Miguel Bendito Torrico, ha presentado este miércoles la primera grado del esquema de rehabilitación de la Cenia de la Albolafia, símbolo icónico de la ciudad. En ella, lo único que viaje desde hace mucho es el tiempo que pasa sin que se acometa una intervención más que necesaria, pese a que desde que el PP recuperó la Alcaldía en 2019 se acumulan distintos anuncios de intervención.
El concejal de Urbanística ha explicado que la primera etapa de los trabajos será «de choque»: la pureza del entorno del inmueble histórico, el desbroce selectivo de la maleza para permitir el camino de quienes tengan que intervenir en el monumento, la pureza exógeno de la cubierta vegetal y de los microorganismos en el propio molino u operaciones puntuales de conservación, detectando los procedimientos más adecuados para la segunda grado de los trabajos de rehabilitación. La proceder tendrá un coste de 48.000 euros. Los trabajos durarán dos meses.
El corregidor ha puesto época de ejecución a la primera grado: «Queremos que esté nómina para el Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio de la Humanidad». Ese foro se celebrará del 24 al 27 de septiembre de 2024.
Ha esbozado, por otra parte, claves de la segunda etapa de intervención. Ha indicado que, una vez terminen la intervención de choque, tendrán los «estudios de patología» del histórico inmueble para «ver el esquema definitivo» de rehabilitación. Ha seguido señalando que «esperamos en 2025 podamos tener ya dicho esquema y poder sacarlo a concurso a lo generoso del próximo año». «Y hablamos de un presupuesto que puede rondar el millón», ha indicado. En esa segunda grado, se incluirían actuaciones de cara a que pudiera ser visitable.
Dificultades para que vuelva a voltear
Eso sí, más allá de que se recupere, por lo explicado en la comparecencia, se antoja difícil que se pueda retornar a ver voltear la Cenia de la Albolafia. El primer concejal ha indicado que, para que pudiera retornar a hacerlo con el agua natural del río, «habría que hacer una proceder en el propio Guadalquivir, porque ahí hubo un azud histórico que desviaba agua en torno a las norias y habría quer recuperarlo». «Y tendríamos que contemplar en la restauración que la azuda tuviera la fuerza para tener tiempo seguido [girando]. Entonces, sería muy, muy, confuso y muy caro», ha capaz.
Ha añadido que «podemos estudiar, eso sí, alguna alternativa sintético que haga que pueda voltear pero no por el agua». Si es una opción viable, ha dicho Bellido, se vería en la segunda grado de las actuaciones. El primer concejal, por extremo, ha sido cuestionado por el hecho de que varias veces desde que está en la Alcaldía (mediados de 2019) se haya anunciado la reforma de la Cenia de la Albolafia. «Hemos dicho que lo íbamos a hacer. Pero no habíamos dicho cuándo ni cómo. Y ahora ya venimos aquí a proponer que esto ya está sobre la mesa. O sea que sí, ésta es la buena. Es la refinitiva», ha dicho con humor, y recuperando la conocida muletilla del humorista Bendito Garó.
El corregidor avanza que en 2025 quieren tener el esquema definitivo de proceder y licitar la segunda grado de la rehabilitación de la Cenia de la Albolafia
Y es con Bellido al frente del Consistorio, ya en febrero de 2020 la entonces concejal de Casco Histórico, Laura Ruiz, hizo divulgado el esquema para realizar una proceder en él, que iba a tener un presupuesto de 100.000 euros. Se comunicó que, tras ejecutarla, volvería a voltear.
No volvió a favor novedades al respecto hasta congruo tiempo a posteriori. Admisiblemente es cierto que por medio se cruzó la crisis del Covid que paralizó determinados esfuerzos del Consistorio para concentrarse en los que numerosos que requirió la pandemia. Fue el propio primer concejal el que en octubre de 2021 señaló que se retomaba el esquema para recuperar la Cenia de la Albolafia.
Pero de nuevo el anuncio fue molido por el tiempo. Hubo que aguardar hasta marzo de 2023 -en plena precampaña de las municipales- para que regidor hiciera divulgado que iba a encargar un esquema de rehabilitación del monumento a la Dirección Municipal de Urbanística. Es cierto, eso sí, que el desistimiento que presenta este símbolo de la ciudad no es una cuestión monopolio del presente corregidor. Baste rememorar que pasado tres décadas desde que se hizo su última restauración -fue entre 1993 y 1995-.