El agravamiento de la sequía y el detención peligro de sufrir un gran incendio durante el verano tiene a Canarias en vilo, delante meses complejos en los que los expertos que asesoran al Gobierno de Canarias en prevención de incendios forestales vuelven a insistir. Extremar la vigilancia parece ser la única opción por el momento, a pesar de que Canarias inicia el verano en peores condiciones climatológicas y meteorológicas que las del pasado año.
Canarias tiene un 70% de probabilidad de registrar temperaturas más elevadas de las habituales y previsión de escasas precipitaciones, y arrastra un periodo de sequía estacional de más de diez primaveras. Ya son más de 24 meses de temperaturas anormalmente altas, aunque lo que más preocupa a los expertos es la sequía acumulada, ya que en el final año ha llovido la fracción de lo previsible, con un endeudamiento de precipitaciones del 49%, seis puntos más que en 2023.
El subsuelo canario y el espeso muerto es ahora mismo el combustible consumado para un gran incendio forestal, con un mantillo agudo para arder en los montes, especialmente preocupante en el oeste de La Palma, en La Gomera y El Hierro al completo, en el sur de Gran Canaria, en el suroeste de Tenerife y en el compacto de Anaga, que se enfrenta a una tasa de humedad nunca traza antiguamente.
Hay un elevado peligro de sufrir incendios fuera de capacidad de cese, donde la respuesta delante cualquier conato debe ser muy rápida y suficientemente dimensionada.
Entre las medidas ya puestas en marcha para mitigar el peligro de incendio en Canarias figura la intensificación de la vigilancia en los montes, una campaña de concienciación ciudadana, el posicionamiento de balsas portátiles en las cinco islas con peligro de incendio forestal, un protocolo para igualar los criterios de comunicaciones entre los diferentes intervinientes en la cese, la progreso de la red de comunicaciones RESCAN, y la evaluación de la red hídrica adecuado.
Este verano, el dispositivo específico de prevención y cese de incendios forestales estará compuesto por unos 1.450 efectivos, 174 medios terrestres y 18 medios aéreos tripulados, que permanecerán movilizados durante todo el verano y ya está activo, a excepción de los medios aéreos del Estado, cuatro helicópteros y un avión de carga en tierra, pendientes de posicionamiento en las islas.